Postergar la maternidad: el 80% de las mujeres evita ser madre por la situación económica

Ocho de cada diez mujeres retrasan su embarazo por el incierto contexto socioeconómico actual dado por la inflación. Son los datos de una encuesta del Instituto Valenciano de Infertilidad.

Pareja sin hijos
Javier Martín

La maternidad, tanto como la paternidad, es una decisión que conlleva no solo una gran responsabilidad sino también un importante gasto económico. La inflación y la incertidumbre frente al aumento de precios que conforman, especialmente, la cesta de la compra de las familias hace que la opción de ser padres se postergue.

Así lo demuestra, una encuesta del Instituto Valenciano de Infertilidad: ocho de cada diez mujeres deciden aplazar ser madres por la incertidumbre a la que se ven expuestas y condicionadas por el actual contexto socioeconómico.

Si antes lo era la pandemia y la preocupación por el Covid-19, que influía que el 38% de postergara la decisión de tener hijos por el marco sanitario de entonces, ahora lo hace el alza generalizada de precios, que cerró agosto en el 10,5% y parece que lo hará, según las previsiones, en el 9% este mes de septiembre.

Este aumento del coste de vida y la pérdida de poder adquisitivo provocan que las madres acaben siéndolo más tarde de lo que en un principio tendrían previsto por el coste mensual que conlleva criar un bebé. Según la Confederación Española de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (Ceaccu), 1.183 euros al mes de media durante los primeros tres años. Casi el 80% del salario medio mensual neto de un trabajador en España.

El 78% de las mujeres atrasan la maternidad

Es la cifra exacta a la que alude la encuesta liderada por IVI y realizada a cerca de 1.000 mujeres de entre 25 y 45 años con el objetivo de conocer su apreciación y actitud frente a la maternidad, la fertilidad y la reproducción asistida, dentro del panorama social, político y económico actual.

Si al fenómeno demográfico acontecido después de la II Guerra Mundial se le denominó ‘baby boom’, este año se le ha bautizado popularmente como el ‘baby plof’. El envejecimiento general de la población española y el desplome progresivo de la natalidad contribuyen a ello.

En apenas sesenta años, desde 1960 a 2020, el porcentaje de personas en España con más de 65 años sobre el total de la población ha pasado del 8,2% al 22,9%. Paralelamente, los nacimientos en el país continúan su tendencia a la baja desde el 2008.

La tasa de fecundidad de España, entre las más bajas

Aunque la mayor bajada se produce entre el primer semestre de 2020 y el de 2021, con un 5% en ese periodo, este primer semestre de 2022 es el más bajo desde 1941, según el INE.

No se llega ni a los 160.000 nacimientos. De hecho, con 1,2 niños por mujer, España posee una de las más bajas del mundo, no ya solo de Europa. La pirámide invertida a la que alude el INE, con más muerte que nacimientos, aboca a un invierno demográfico.

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