Un cardenal vacía el minibar pensando que era gratis y ahora se sorprende cuando tiene que pagar la cuenta

El cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco empezará el próximo 7 de mayo en la Capilla Sixtina aunque todos los cardenales participantes ya están en el Vaticano. Uno de ellos, extranjero, fue el protagonista de una anécdota que ha contado el arzobispo ya retirado Anselmo Guido a Il Corriere della Sera. Confiando en que todo lo que había en el minibar era gratis, este cardenal invitó a sus compañeros a charlar en su habitación, consumieron lo que había en el minibar y luego llegó la inesperada cuenta.

Fue en la residencia de Santa Marta, donde vivió Jorge Bergoglio durante todo su pontificado y donde murió el pasado 21 de abril a causa de un derrame cerebral. La liturgia que se sigue para elegir a un nuevo Papa así como el secreto que han prometido los cardenales durante el desarrollo del cónclave ha hecho que comiencen las primeras dudas: ¿será Robert Sarah el nuevo Papa? También están bien posicionados el español Cristóbal López o Michael Czerny, entre otros.

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De los 133 cardenales que participan en el cónclave, uno protagonizó la anécdota que cuenta el periódico italiano. Guido, de 79 años, explicó a los periodistas que los participantes en el cónclave están muy concentrados, pero que se permiten ciertos placeres como disfrutar de una buena cena, y de una sobremesa tranquila. 

“Pensaba que todo era gratis y se bebieron todos los licores del minibar”

Uno de los cardenales, del que no quiere dar el nombre, invitó a sus colegas a debatir en su habitación después de cenar. En la residencia Santa Marta hay un espacio que funciona a modo de hotel, y como todos estos, también dispone de minibar. Decidieron consumir todos los licores en miniatura: “no puedo decirle el nombre, porque el protagonista de esta anécdota es muy amigo mío. Pero un cardenal extranjero pensaba que todo era gratis”.

A continuación, el ex religioso cuenta que “invitó a unos colegas a charlar a su habitación y se bebieron rápidamente todos los licores pequeños que hay en el minibar. Luego, cuando recibió la cuenta y los vio, se molestó bastante”.

Un gasto extra dentro de un horario muy apretado

El horario que están siguiendo los cardenales en el cónclave es muy apretado y no les deja tiempo para nada más. “Tienen que ir al Aula Pablo VI dos veces al día para las Congregaciones Generales, participar en las misas novenario de San Pedro, visitar las iglesias de referencia y conocer a todos los fieles”. Lo que hacen, cuando tienen un rato es “intentar relajarse”.

Entre risas, relata lo que hace el español Santos Abril y Castelló, gran amante del tenis. “En cuanto puede va a disfrutar de su pasión pero se deja llevar porque no le gusta perder”. Se ha inventado “un truco”, cuando el partido no marcha como a él le gustaría “hace una señal al asistente que está fuera de pista y después de pocos segundos, este dice que tiene una llamada y que debe abandonar el partido. Entonces se va y salva el set”.

Ahora, estos pasatiempos están suspendidos porque piden la máxima concentración a todos los asistentes. Il Corriere della Sella cuenta que hasta que acabe el cónclave, no podrán dedicarse a otra cosa que no sea meditar, agendas de actos oficiales y descansar.