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Fallece el Papa Francisco: cómo se elige al nuevo Papa y cuánto tiempo hay para formar el cónclave

Para la elección del nuevo Papa se debe formar el cónclave, compuesto por los distintos cardenales, aunque solo votan aquellos con menos de 80 años.


El Papa Francisco, frente a la plaza de San Pedro
El Papa Francisco, frente a la plaza de San Pedro |EFE
Esperanza Murcia
Fecha de actualización:

El Papa Francisco ha fallecido este lunes 21 de abril, a los 88 años, en su residencia de la Casa Santa Marta del Vaticano. La Santa Sede lo hizo público a las 09:52 de esta mañana, destacando cómo dedicó su vida “al servicio del Señor y de su Iglesia”, y enseñó “a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente en favor de los más pobres y marginados”.

Tras esta noticia, son muchas las personas que se han interesado por conocer cómo es el proceso para elegir al nuevo papa. Un ritual ancestral que, recientemente, se plasmó en la película ‘Cónclave’, galardona con el Óscar a mejor guion adaptado. Precisamente, su nombre ya da una pista sobre cómo es esta elección. 

Cuando un Papa fallece, todos los miembros del Colegio Cardenalicio (esto es, los cardenales) están obligados a reunirse para celebrar esta elección, cuya reunión recibe el nombre de cónclave. Este suele iniciarse entre 15 y 20 días después del fallecimiento del Papa, para que todos tengan tiempo suficiente para trasladarse hasta el Vaticano. 

Según las normas actuales, solo pueden votar aquellos menores de 80 años y, en teoría, se puede votar a cualquier de ellos. Es decir, todos los cardenales, son tanto electores (votantes) como candidatos. A pesar de ello, suele elegirse a aquellos que tienen una trayectoria destacada y que pueden marcar el rumbo social y político de la Iglesia a nivel mundial. Tampoco suelen ser muy jóvenes y suelen estar destinados a lugares cerca de Roma. 

Cómo es el cónclave para elegir al Papa

Los cardenales, cuando llegan al Vaticano para formar el cónclave, juran que no van a divulgar ninguna información sobre las deliberaciones internas, además de que se someten a una estricta seguridad que les impide tener contacto con el exterior. Durante el mismo, se encierran en la Capilla Sixtina para orar, reflexionar y votar, siendo el voto secreto. 

Este voto se realiza a través de unas papeletas en blanco, donde cada cardenal escribe el nombre del candidato que considera más adecuado para ser el nuevo papa. Tras el escrutinio, los votos se tabulan, se confirman y, posteriormente, se queman. El primer día del cónclave, se celebra una votación inicial y, si no resulta ninguno elegido (se necesita una mayoría de dos tercios), se repite el proceso, pudiéndose celebrar un máximo de cuatro votaciones por cada día posterior del cónclave.

Si pasados tres días de votaciones no se ha elegido a un nuevo Papa, los cardenales pasan un día completo para orar y reflexionar, iniciándose tras ello el proceso descrito. En caso de este ciclo se repitiese durante siete veces más, se celebraría una segunda vuelta entre los dos candidatos que hubieran recibido más votos. 

Fumata blanca o fumata negra

Uno de los símbolos más destacados de este proceso es el humo que sale de la chimenea de la Capilla Sixtina. Es lo que se conoce como la fumata blanca o negra y que indica al mundo entero si los cardenales han elegido o no a un nuevo Papa. Como se explicaba antes, cuando finaliza una votación se queman todas las papeletas. 

Dependiendo del resultado, a estas papeletas se echan una serie de sustancias para que el humo resultante sea de color blanco o negro. Si sale del primero, blanco, quiere decir que han elegido a un nuevo Papa, finalizando el cónclave. Al contrario, si sale de color negro, significa que no han llegado a un acuerdo y que se repetirán las votaciones al día siguiente. Hay que señalar que, durante los días que dura este proceso, fieles y curiosos de todo el mundo se concentran en la Plaza de San Pedro para conocer el resultado de esta fumata.

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