Aunque parezca algo sacado de un circuito de carreras, una bandera roja puede tener un importante significado en carretera, sobre todo si nos la muestra un agente de la Guardia Civil de Tráfico. Es cierto que no es algo habitual encontrarlas, pero a veces las autoridades las utilizan y debemos cumplir obligatoriamente su significado.
Cuando un agente de Tráfico saca una bandera roja en carretera significa que esta vía queda cerrada, es decir, que la carretera se cierra de forma temporal y los conductores no pueden circular por ella salvo excepción, como la de ir escoltados por los propios agentes de la Guardia Civil. Pero esta no es la única bandera que nos pueden mostrar.
Bandera roja, amarilla y verde
Existe más de un color en este lenguaje de banderas que tienen las autoridades y cada una tiene su propio significado y sus propias obligaciones.
En caso de que el agente de Tráfico saque una bandera verde en carretera, el significado es justo el contrario a la roja, es decir, la carretera en cuestión queda abierta y los conductores ya pueden circular por ella. Esta bandera reabre la carretera después de que esta fuera cerrada temporalmente por algún problema.
Si la bandera mostrada es de color amarillo significará que podremos encontrar algún imprevisto en la vía o algún peligro que puede afectar a la circulación, por lo que debemos circular con mucha precaución para evitar el riesgo de accidente.
La bandera roja, como ya decíamos, prohíbe la circulación por esa vía y obliga a los conductores a abandonarla lo antes posible.
Es común que las autoridades acompañen este lenguaje de banderas con otros gestos. Los agentes a pie suelen levantar los brazos en horizontal para pedir que nos detengamos o los mueven arriba o abajo para que bajemos la velocidad, lo que a veces lo acompañan del toque de silbato, corto y rápido para que nos detengamos y sostenido para que continuemos.
Multas de 200 euros por no obedecer la bandera roja
Es conveniente saber que si no hacemos caso de una bandera roja o, en su defecto, de las otras indicaciones de un agente, podemos incurrir en una sanción de 200 euros o en la retirada de 2 a 4 puntos, según la valoración del propio agente.
Esto es aplicable a muchas otras órdenes de los agentes de Tráfico que realizan en carretera o en cualquier control rutinario.

