Las tensiones entre vecinos por cuestiones como la altura de las ramas de los árboles o la pérdida de vistas son habituales en las comunidades de vecinos. Estos desacuerdos pueden afectar tanto a la convivencia diaria como al valor de las propiedades, y en ocasiones terminan con soluciones de lo más inesperadas. Como de este vecino de un edificio residencial cerca de Saint-Tropez, en Francia, que tras ver cómo el seto de la parcela contigua, sin mantenimiento durante mucho tiempo, le privaba de las vistas al mar, optó por una solución de lo más inesperada.
El hombre de 50 años llevaba viendo años como el seto de laurel del vecino iba creciendo de forma descontrolada, tapando por completo la vista al mar desde su terraza. La vivienda en cuestión pertenecía a propietarios que apenas acudían al lugar y que preferían alquilarla a turistas, por lo que el cuidado del jardín no figuraba entre sus prioridades. “La situación fue empeorando año tras año; desde mi terraza, que está en lo alto, ya no veía nada”, explicó el hombre, según recogen en el medio francés ‘Figaro Inmobilier’.
En un principio pidió a su vecino en repetidas ocasiones que recortase las ramas, pero viendo que no obtenía respuesta acudió al Ayuntamiento. Desde la administración local, tampoco dieron solución a su problema, alegando que no tenía competencias para intervenir en disputas privadas de este tipo.
Una decisión arriesgada para volver a ver el mar
Tras comprobar que nadie haría nada para ayudarle a recuperar sus vistas, decidió cortar por lo sano y ser el mismo quien hiciera el mantenimiento de podar las ramas que invadían su parcela, cortándolas de forma regular para recuperar parcialmente la vista. Sin embargo, un accidente de tráfico sufrido en 2022 le dejó con una pierna debilitada y le impidió continuar con estas tareas.
Frustrado por volver a perder sus deseadas vistas, contactó de nuevo de su vecino, que volvió a ignorarlo, y fue entonces cuando recurrió a un inesperado remedio casero que terminaría con sus problemas para siempre.
Decidió emplear un método utilizado por algunos jardineros para secar plantas no deseadas, que consiste en realizar perforaciones en las raíces y ramas del seto e introdujo una mezcla de sal gruesa, agua y ajo. “Era la única manera de volver a ver el mar sin ponerme en peligro”, explicó.
Y la estrategia dio resultado, ya que el seto se marchitó y dejó de crecer, permitiéndole recuperar las vistas panorámicas que había perdido.
Consecuencias legales de cortar las ramas al árbol del vecino
Hasta la fecha, los propietarios de la vivienda inferior no han presentado queja ni han exigido explicaciones por el estado del seto. Sin embargo, esta acción puede tener repercusiones en Francia, según explica Marc Alexandre, abogado especializado en derecho civil, en el medio “si el propietario logra demostrar que el daño fue causado intencionadamente, puede reclamar una indemnización por la vía civil e incluso plantear una denuncia, aunque el perjuicio económico sea limitado”.
En el caso de España, también supondría meterse en problemas y es que según el artículo 592 de CC, si los árboles y plantas del vecino causan molestias hay dos opciones:
- Si son las ramas: el propietario de la finca invadida tendrá derecho a pedir que los árboles se poden.
- Si son las raíces: el dueño del suelo en que se introduzcan podrá cortar por sí mismo las que estén dentro de su propiedad.
Esto implica que lo único que podría hacerse el pedir al propietario del árbol que las tale, y actuar por cuenta propia como hizo este hombre, es motivo de demanda según el Código Penal, ya que se estaría actuando fuera de las vías legales, sin tener permiso, y esto es motivo de sanción.
