Estas son las 5 monedas más antiguas del mundo

Los coleccionistas y aficionados a la numismática están siempre en la búsqueda de nuevas monedas. Cuanto más antiguas, más raras o más difíciles de conseguir más valor suelen tener en el mercado. Los mercados de subastas especializados en monedas antiguas están llenos de estas, con precios que pueden alcanzar varios miles de euros, por lo que tener una en casa puede suponer un buen ingreso si no estamos interesados en coleccionarlas o queremos hacer negocio.

Hemos visto de todo, desde monedas de euros únicas, hasta pesetas de Franco o, incluso, el centavo de trigo de Lincoln. Pero para que una moneda mantenga su valor en el mercado de subastas es necesario que esté en buen estado. Una vez tenemos constancia del valor que pueden llegar a tener estas monedas y que suelen ser monedas antiguas las que tienen un mayor precio en el mercado de la numismática, la gran pregunta es ¿cuáles son las monedas más antiguas del mundo?

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Las 5 monedas más antiguas del mundo y que son consideradas patrimonio histórico son el león de Lidia, la moneda antigua de Atenas, las monedas antiguas de India, el Ying Yuan de China y las monedas del Imperio Romano, como el mítico denario.

El león de Lidia: la primera moneda de la historia

A mediados del siglo VII a.C., el Reino de Lidia, ubicado en lo que hoy es Turquía occidental, acuñó lo que se considera la primera moneda de la historia. Estas piezas estaban fabricadas con electro, una aleación natural de oro y plata, y tenían un grabado muy singular: la figura de un león rugiente, emblema del poder real.

Se cree que fue el rey Alyattes quien comenzó su emisión, aunque su hijo Creso la perfeccionó con una nueva tipología más refinada. Su función era clara: facilitar el comercio a gran escala con un medio de pago reconocido y estandarizado. Estas monedas marcaban el paso de una economía basada en el trueque a otra basada en un sistema monetario.

La dracma de Atenas: símbolo de poder y sabiduría

La dracma ateniense, nacida hacia el año 510 a.C., se convirtió rápidamente en una de las monedas más influyentes del mundo antiguo. Fabricada en plata pura, se caracterizaba por su diseño icónico: la cabeza de la diosa Atenea en una cara, y en la otra, un búho como símbolo de sabiduría acompañado de la inscripción “ΑΘΕ”, abreviatura de Atenas.

Estas monedas circularon ampliamente por el Mediterráneo, impulsadas por la supremacía naval y comercial de Atenas durante el siglo V a.C. Su aceptación como divisa internacional consolidó a la dracma como una de las primeras monedas de uso masivo fuera de su lugar de origen.

Las monedas antiguas de la India: punzonadas y llenas de símbolos

En el subcontinente indio, hacia el año 600 a.C., aparecieron unas monedas muy distintas a las de Occidente. Se trataba de piezas metálicas cuadradas o redondeadas, hechas de plata, conocidas como monedas punzonadas. En lugar de un diseño uniforme, estas monedas eran marcadas con varios punzones que representaban símbolos religiosos, astronómicos o dinásticos.

Estas piezas circularon ampliamente durante el período Mahajanapada y reflejan una economía compleja, con reinos en constante intercambio. Aunque más rudimentarias que las monedas griegas, su valor cultural e histórico es incalculable: muestran un uso temprano de la moneda como instrumento administrativo y político.

El Ying Yuan de China: los orígenes del dinero imperial

En China, durante la dinastía Zhou (aproximadamente en el siglo V a.C.), se emitió una moneda peculiar: el Ying Yuan. Estas piezas, planas y rectangulares, estaban hechas de oro y grabadas con caracteres chinos. A diferencia de las monedas redondas que surgirían más tarde, el Ying Yuan representa una forma muy primitiva de moneda con valor intrínseco.

Su función era más ceremonial y administrativa que comercial, y se utilizaban en pagos importantes al interior del estado. Estas monedas sentaron las bases del complejo sistema monetario que más adelante florecería durante las dinastías Qin y Han.

Las primeras monedas del Imperio Romano: el nacimiento del denario

Las primeras emisiones romanas no aparecieron hasta el siglo III a.C., cuando Roma comenzaba a expandirse por el Mediterráneo. Entre las más conocidas se encuentra el denario, una moneda de plata que pronto se convirtió en el estándar del sistema monetario romano.

Aunque más joven que las monedas griegas y lidias, el denario romano tuvo una enorme influencia. Mostraba en sus caras imágenes de dioses, emperadores y símbolos militares, convirtiéndose en una herramienta propagandística al servicio del imperio. Además, su producción masiva y su uso en todo el territorio romano lo convierten en uno de los referentes monetarios de la Antigüedad.