El Estatuto de los Trabajadores recoge en su artículo 29 el derecho de los trabajadores a recibir todos los meses el recibo de su nómina. Específicamente, establece que “la documentación del salario se realizará mediante la entrega al trabajador de un recibo individual y justificativo del pago del mismo”. Es importante, como empleados, que la empresa cumpla con esta obligación, porque la nómina alberga información de gran relevancia que es muy importante revisar.
Más allá de ver qué vamos a cobrar, este documento puede indicarnos si nuestras bases de cotización son correctas, lo que marcará nuestra futura pensión de jubilación, o si realmente estamos cobrando lo que nos corresponde. Porque sí, determinados aspectos que se pueden revisar en la nómina, pueden hacer que nos tengan que pagar más o menos sueldo.
Los datos de la nómina que pueden influir en tu salario
El primer dato que debemos revisar es la antigüedad que se recoge en la nómina, para ver si corresponde con el primer día que empezamos a trabajar en la compañía. Esto es importante porque la mayoría de convenios colectivos recogen un plus salarial por antigüedad, como son los famosos trienios.
Por ello, si la empresa nos tiene puesta una antigüedad menor, podríamos no estar cobrándolo. En caso de ser así, y que nos correspondiera y no lo estuviéramos percibiendo, se puede reclamar siempre y cuando no haya pasado un año desde su devengo. Para ello, se debe presentar una papeleta de conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación de la ciudad en la que residamos.
El otro dato que conviene comprobar es la categoría profesional en la que la empresa nos tiene ubicados. ¿Cómo podemos saberlo? En el convenio colectivo de aplicación, vienen asignadas a las distintas categorías, en función de las tareas que desempeñe cada empleado. Así, tenemos que ver si, atendiendo a nuestras funciones, nos tienen en la categoría que indica el convenio.
Esto es importante de cara al salario porque, a mayor responsabilidad o grado de autonomía, mayor suele ser el sueldo determinado. Por este motivo, algunas empresas ponen al trabajador en una categoría inferior, para así tener que pagarle menos.
Diferenciar entre salario bruto y neto
Por otro lado, hay que saber las diferencias entre salario bruto y neto. Las tablas salariales que se recogen en los convenios, en función de la categoría, vienen establecidas en euros brutos. Es importante saberlo porque esta no es la cantidad real que acabará cobrando el trabajador, ya que hay que descontar las cotizaciones a la Seguridad Social y los impuestos, como es el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). La cantidad que queda una vez descontados ambos conceptos, es lo que se conoce como el sueldo neto, que es lo que se recibe.
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