
En un país donde el salario medio apenas da para cubrir los gastos más básicos, un imprevisto puede suponer no llegar a final mes y vernos sin dinero y en un apuro, por lo que la cultura del ahorro sigue siendo una asignatura pendiente, sobre todo entre todos los españoles. Esto lo veo día a día en nuestras vidas, desde averías del coche hasta el temido recibo anual del IBI o la comunidad, cualquier contratiempo puede tambalear nuestra economía si no se cuenta con un respaldo suficiente.
En este sentido, la experta Natalia de Santiago ha puesto el foco sobre este problema en el pódcast de Judith Tiral, ‘Tenía la duda’. Ante la gran pregunta sobre cuánto dinero deberíamos tener ahorrado para estar tranquilos, De Santiago dice de forma tajante que “menos de tres meses de ingresos netos supone entrar en zona de riesgo” refiriéndose a lo económico.
“Por debajo de tres meses se considera vulnerabilidad financiera, porque es gente que, a nada que te pase algo, ya te descalabra todo y no puedes hacer frente”, alerta la ingeniera y divulgadora. Un colchón de emergencia es, según la experta, el salvavidas imprescindible para poder respirar con tranquilidad ante cualquier imprevisto.
El colchón de emergencia, el mínimo imprescindible
Natalia de Santiago lo deja claro y dice que el mínimo exigible para cualquier economía doméstica debe ser un fondo equivalente a tres meses de ingresos netos. Por debajo de esa cifra, cualquier imprevisto(desde una reparación inesperada hasta una pérdida temporal de ingresos) puede poner en jaque las finanzas personales.
Ahora añade, que “aunque lo ideal suelen ser seis meses, tres es el límite para no considerarse en situación de vulnerabilidad”, subraya la experta. La clave está en no confiarse, es decir, si incluso quienes tienen cierta estabilidad laboral pueden verse sorprendidos por gastos extraordinarios. Advierte que este fondo debe adaptarse al nivel de riesgo: para autónomos o personas con ingresos irregulares, el colchón debería ser incluso mayor.
Ahorrar es posible, aunque sea poco
Ahora, ahorrar es bastante sencillo decirlo, pero no de hacerlo, por eso ante la pregunta de muchos oyentes que afirman no poder ahorrar debido a los bajos salarios y los elevados gastos fijos, Natalia de Santiago ofrece una respuesta realista pero esperanzadora: “Vale la pena ahorrar 50 euros al mes. Por poquito que hagas, ya mejoras”.
La experta recomienda automatizar el ahorro, separando la cantidad elegida en cuanto se cobre la nómina y transfiriéndola a una cuenta aparte, a la que no se tenga acceso habitual. “El peor error es esperar a final de mes a ver si queda algo para ahorrar. Así nunca queda nada”, insiste.
De Santiago explica y muy bien que lo importante es que tenemos que tener constancia, ser flexibles y construir hábitos financieros sólidos, aunque los avances sean pequeños. Como ocurre en otras facetas de la vida, en materia de ahorro lo importante es empezar y mantenerse, sin obsesionarse por no alcanzar grandes cantidades de golpe.
La flexibilidad financiera, clave para el futuro
Por último, Natalia de Santiago da una recomendación para aquellas personas a las que les cuesta ahorrar y siempre lo ven como una meta imposible. “La vida es muy larga y da muchas vueltas”, señala. “Hay que primar la flexibilidad, estar preparados para adaptarse a los cambios y, sobre todo, proteger ese colchón de emergencia que puede ser la diferencia entre capear un temporal o verse en apuros”.
Con esto el mensaje es claro y no invita a no pensar cuánto ganamos sino cuánto somos capaces de guardar cada día en vista a un imprevisto en el futuro. Por eso y aunque parezca repetitivo, la meta son los tres meses de ingresos ahorrados. Este es el primer paso para construir una economía doméstica más segura y resiliente.