
Un empleado que trabajaba en la región del norte de Haute Vienne ha sido despedido y tendrá que pagar una multa de más de 5.000 euros por gastar aproximadamente 80.000 euros usando la tarjeta de crédito de su empresa. Los hechos sucedieron en el mes de febrero de 2022 cuando el denunciado, que era gerente (y futuro socio de la empresa) emitió un cheque de 90.000 euros a su nombre usando los datos del negocio en el que trabajaba.
Sus jefes, al darse cuenta, presentaron una denuncia tras la que el ex trabajador devolvió parte del dinero que había conseguido ilegalmente pero ya habían desaparecido más de 80.000 euros. En ese momento, como informa Le Populaire, la empresa abrió una investigación para saber en qué se habían gastado esos miles de euros.
Un gasto continuado en el tiempo, aunque según el ex trabajador “mi jefe lo sabía”
El hasta entonces empleado de la empresa había utilizado 84.000 euros entre los años 2016 a 2022, pagando sus gastos personales, como zapatos para su mujer, la gasolina del coche, bebidas o cajas de herramientas. También facturas en los talleres mecánicos, aunque en este caso siempre poniéndolas a nombre de su mujer o de sus hijos.
Cuando los agentes de la Policía entraron en su piso, encontraron un remolque, una miniexcavadora y un coche que también se había comprado con el dinero a nombre de su empresa. El acusado resaltó que esas compras se habían realizado con el consentimiento del jefe ya que eran “para la empresa”.
“La miniexcavadora era para realizar movimientos de tierra para la empresa, pagué una parte con mi dinero y el resto no. Luego, el remolque que han encontrado está en casa porque fue lo que usé para transportar la excavadora”.
Cuando le pidieron una documentación que acreditase lo que estaba diciendo, no pudo aportar nada. Por lo que las sospechas eran mayores. Además, explicó que tenía un acuerdo en el que cada vez que compraba con la tarjeta, devolvía el dinero en efectivo.
“Así se podía recuperar el IVA” e incluso, “pedí préstamos para mantener la empresa a flote”. A esto hay que sumar que estaba resentido con la empresa porque “entre 2011 y 2013 no me pagaron por mi trabajo, y ahora resulta que el ladrón soy yo”.
180.000 euros en daños y perjuicios
Para el jefe, la confianza con el ex trabajador estaba ya rota, a pesar de que en poco tiempo iban a convertirse en socios. “Le pagábamos e incluso le descontábamos los gastos de kilometraje, de no haber sido por este cheque que ha cobrado jamás habría pensado en todo esto. Hemos abastecido de diésel a toda su familia”.
La empresa ha hecho cuentas y sospecha que se han perdido más de 180.000 euros. Pero para la defensa del denunciado, ni su representante legal y tampoco el contable “observaron ninguna dificultad en la gestión”.
El tribunal señaló que el abuso de confianza y la malversación de fondos estaban probados condenando al antiguo trabajador a una sanción de 5.000 euros. Fue inhabilitado para dirigir una empresa durante 5 años. Está a la espera de conocer la resolución definitiva.