Los precios de la hipoteca continúan creciendo, con las cuotas a pagar catapultadas por el euríbor, por lo que los hipotecados siguen explorando alternativas en caso de dificultades con los pagos. Los culpables son esas subidas de los tipos de interés que viene practicando el Banco Central Europeo (BCE) como política antiinflación. El organismo presidido por Christine Lagarde ejecutó hace dos semanas su séptima subida.
Esta vez, en una proporción reducida, lo que multiplicó las voces que indicaban el fin de las subidas de los tipos. El objetivo de la inflación marcado como meta, sin embargo, se mantiene lejos del objetivo del 2 %, situándose en el 7 % y volviendo a subir. Resultado: habrá que seguir pagando mucho más de lo que venía haciéndose en los últimos años por la hipoteca. Hasta 2.000 euros al año.
La pérdida de poder adquisitivo es otro factor añadido, multiplicando las opciones de que se produzcan impagos. Antes de ello, por el contrario, existen opciones en caso de no poder pagar las cuotas hipotecarias. Esta pasa por el refinanciamiento. Es decir, cambiar las condiciones de financiación, que puede modificar aspectos como los intereses, hasta los plazos o el importe de las cuotas mensuales.
La mejor opción para hacerle frente a la hipoteca si no se puede pagar
Por esta opción optaron 11.213 hipotecados, según indican los registros de la propiedad, siendo el 39,7 % de ellos motivados por cambios en los tipos de interés a causa de la política de endurecimiento monetario del BCE. Así, el porcentaje de hipotecas a interés fijo crece, pasando del 13,5 % al 46,7 %, mientras que el de hipotecas a interés variable disminuye del 85,4 % al 52,1 %.
Este proceso conlleva revisar el periodo de amortización, además de gastos asociados, los cuales suelen variar dependiendo de las condiciones firmadas con anterioridad y de las tarifas que tenga cada entidad bancaria.
- Novación de la hipoteca: Permite cambiar las condiciones del contrato de la hipoteca de una forma sencilla. Únicamente habrá que contactar con el banco. Afectará al tipo de interés, la cantidad del préstamo (suele ampliarse) y el periodo de amortización. Suele conllevar un coste de comisión del 0,15 % durante los tres primeros años.
- Subrogación del acreedor: La alternativa para pasar de una hipoteca fija a una variable. Consiste en cambiar básicamente la hipoteca de banco, buscando la reformulación de las condiciones. Suele conllevar modificaciones en algunos aspectos como los tipos de interés. Idéntico coste al de novación, al que habrá que sumar la tasación de la vivienda, entre 300 y 600 euros.
- Cancelarla y abrir otra nueva: borrón y cuenta nueva, por así decirlo. No se pasa de un banco a otro, sino que se abre una nueva. De esta manera se puede aprovechar también para realizar una ampliación de la hipoteca. Aunque algunos bancos no cobran por la cancelación, suele suponer un coste de hasta el 1 % del precio de la hipoteca.
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