¿Puedo pedir una hipoteca si estoy jubilado?

La mayoría de los bancos suelen fijar los 75 años como la edad máxima para pedir una hipoteca. Estos son el resto de requisitos que deben cumplir los jubilados para que se les conceda el préstamo.

Dos personas jubiladas mudándose a una nueva casa
Hipoteca para jubilados
Esperanza Murcia

Solicitar una hipoteca no es una decisión fácil. Menos en el contexto económico actual, cuando el euríbor está disparado y se han endurecido las condiciones de los préstamos hipotecarios. Si en condiciones normales, de por sí, puede ser difícil obtener este crédito, se vuelve todavía más complicado para los pensionistas o jubilados. De ahí que más de una persona se pregunte si es posible pedir una hipoteca estando jubilado

La respuesta corta sería sí. La mayoría de entidades bancarias suelen fijar la edad máxima para pedir un préstamo en 75 años. Teniendo en cuenta que la edad legal de jubilación está establecida en 65 años, se cumpliría con este requisito. También hay que tener en cuenta que hay trabajadores que, por distintas circunstancias, pueden adelantar el retiro laboral

Es el caso de la jubilación anticipada voluntaria y la jubilación anticipada involuntaria o forzosa que, salvo excepciones, permite adelantar la edad a los 63 o 61/62 años respectivamente. Este grupo, a priori, tendría más fácil la concesión de la hipoteca, ya que contarían con más tiempo para devolver el capital prestado. No obstante, a pesar de que los jubilados pueden acceder a un préstamo hipotecario, se les puede imponer mayores condiciones. 

Requisitos para pedir una hipoteca siendo jubilado 

A la hora de establecer las condiciones del préstamo, la edad cobra gran importancia. Responde a una premisa básica: cuántos más años se tienen, mayor es el riesgo de no poder responder a los pagos. Por este motivo, la mayoría de bancos pone como límite los 75 años. Pero, a pesar de que concedan créditos con dicha edad o menos, hay que entender que el plazo de amortización siempre será más pequeño. 

Esto significa que se tienen menos años para devolver la hipoteca, por lo que las cuotas que se deben pagar cada mes son más altas, al quedar menos tiempo para satisfacer el préstamo hipotecario. Del mismo modo, las entidades bancarias suelen exigir que la persona que pida el préstamo cuente, como mínimo, con el 20 o 30% del precio de tasación del inmueble, ya que por lo general conceden únicamente financiación para el 80% del valor de la vivienda. 

En el caso de los jubilados, este porcentaje aumentaría. Las entidades financieras podrían solicitar hasta el 50% del valor del inmueble, para asegurarse que el préstamo se va a satisfacer correctamente. Por este motivo, las personas jubiladas que cuenten con ahorros tendrán más fácil la concesión de la hipoteca, al igual que disfrutarán de mejores condiciones. Respecto a estas últimas, hay que señalar que, al estar menos tiempo pagando las cuotas, los intereses también serán menores. 

Otros aspectos a tener en cuenta 

Anteriormente se han visto los requisitos básicos, aunque se podrían sumar otros adicionales. A partir de los 60 años, es posible que el banco solicite que el préstamo hipotecario se comparta con una persona más joven, por lo que normalmente se recurre a los hijos. De incluir a un titular de menor edad, también se obtendrían mejor condiciones, aunque este deberá ser igualmente solvente económicamente. 

Desde las entidades financieras también pueden analizar si el jubilado que solicita la hipoteca está pagando otros préstamos. Como norma general, también consultan el historial crediticio, para saber si anteriormente ha respondido correctamente a los pagos y en los plazos acordados. También para conocer si se poseen o no deudas. 

Ventajas de los pensionistas para pedir una hipoteca 

En el otro lado de la balanza, también podemos encontrar aspectos positivos con los que cuentan los jubilados a la hora de solicitar una hipoteca. Es, principalmente, el hecho de que cuentan con ingresos fijos. La pensión es una renta garantizada, periódica y segura (ya que depende del Estado), por lo que es más fácil descubrir cuál es el riesgo de endeudamiento y la cuota que es factible pagar mes a mes (no debería superar el 35% de la prestación). 

También hay que destacar que los prejubilados son los que tienen mejores posibilidades. No solo porque tienen más tiempo para devolver el préstamo, sino también porque suelen responder a un perfil socio-económico más alto con pensiones mayores. 

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