
“Gracias señora, acabo de sacar 20.000 euros de su cuenta”. Con esa frase fría y burlona, un estafador telefónico dejó a Maryam Javadian, enfermera en Halle (Bélgica), sin los ahorros de dos años de trabajo. El hombre incluso se echó a reír por teléfono nada más completar el robo.
Todo pasó el pasado 24 de marzo, cuando Maryam recibió una llamada que parecía normal. Un hombre, con tono tranquilo y datos exactos sobre su cuenta, se presentó como su supuesto asesor de banco. Le dijo que había un problema de seguridad y que debía confirmar una operación urgente a través de la aplicación ‘Itsme’, de identificación digital. Lo que no sabía Maryam es que, en realidad, estaba cayendo de lleno en una trampa.
“He validado la transacción, y ahí el hombre empezó a reírse”, cuenta Maryam al diario Het Laatste Nieuws. En ese momento le soltó la frase que ha indignado a media Bélgica y así, de golpe, todo el dinero ahorrado, tras años de turnos y noches sin dormir, se esfumaron.
El banco se lava las manos
“He trabajado durante dos años para ahorrar esos 20.000 €, y de un día para otro, todo desapareció”, lamenta Maryam, que además denuncia que el trato del banco fue casi peor que la estafa. Según explica, la entidad solo le devolvió una cuarta parte del dinero perdido y se lavó las manos argumentando que “el cliente también tiene parte de responsabilidad” en este tipo de fraudes.
La portavoz de Beobank, Sandrine Roberti, lo dejó claro: “Ciertas acciones de los clientes pueden facilitar la estafa. Eso limita mucho nuestra capacidad de intervención”. En otras palabras, si caes en el fraude, el banco solo responde a medias.
En redes sociales, la indignación es máxima. Muchos usuarios critican la falta de protección y empatía de las entidades bancarias ante este tipo de timos, cada vez más sofisticados. Maryam, por su parte, asegura que “esperaba más apoyo, pero me sentí ignorada, casi culpable”. Ahora, solo espera que su historia sirva de advertencia para que nadie más caiga en la misma trampa.
La historia de Maryam es un aviso para todos, aprovechando para recordar que si una llamada te pone nervioso y te pide datos, se recomienda desconfía siempre, aunque parezca tu propio banco.