Adiós a la casa a 19 grados: esta es la temperatura a la que tiene que estar para combinar ahorro y confort

Tras la ola de frío de hace unos días, y el invierno en pleno ecuador, mantener la casa a una buena temperatura se hace indispensable para tener un hogar confortable, pero ¿cuál es la temperatura idónea que tiene que marcar el termostato? Algunos Gobiernos, como el francés, llevan años recomendando que los hogares deben mantenerse a 19 grados centígrados, pero ¿es realmente una buena temperatura para mantener la casa? Los expertos señalan que no realmente, ya que hay ciertos matices a tener en cuenta. 

Esta regla de los 19 grados del Gobierno galo se recomienda desde los años 70 y la crisis del petróleo, pero según la información publicada en la web francesa ‘Pause Maison’ los expertos en gestión energética y sistemas de calefacción y Brad Roberson, especialista en sistemas de calefacción “19°C es una temperatura teórica, pero no siempre proporciona el confort deseado”. 

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Y es que según explican, en la actualidad las casas tienen un mejor aislamiento e incluso las necesidades de las personas que habitan en ellas han cambiado. Se atreven además a establecer que la temperatura ideal en la que se combine el confort y la eficiencia energética son 20 grados. 

De qué depende el confort térmico y a qué temperatura debería mantenerse cada habitación de la casa 

El confort térmico, explican los expertos, no depende únicamente de conseguir que el termómetro dentro de casa marque una temperatura en concreto, hay diversos que pueden incluir en que la sensación de frío o calor. Estos son algunos de los que señalan los especialistas:   

• Aislamiento: un buen aislamiento favorece a mantener una temperatura agradable. Si las paredes, puertas o ventanas dejan pasar el frío, incluso 22 grados podrían ser insuficientes.  
• Actividad: dependiendo de la actividad que se esté realizando dentro de la casa la sensación térmica varía, y es que no es lo mismo estar viendo una película en el sofá, que limpiando o cocinando.  
• Humedad: la humedad del ambiente es un factor determinante en la sensación térmica, por lo que espacio con mucha humedad, pese a tener una temperatura óptima pueden provocar sensación de frío.  

También se destaca que no todas las habitaciones de la casa necesitan mantenerse a la misma temperatura, lo ideal, por tanto, es disponer de sistemas de calefacción que permitan regular la misma en cada estancia. De este modo se recomiendan las siguientes temperaturas según la habitación:  

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• Zonas de estar como salones: mantener unos 20 grados para mantener estancias cálidas y confortables.  
• Baño: para evitar tener frío al salir de la ducha en esta estancia la temperatura que recomienda es de 22 grados.  
• Dormitorio: mantener los dormitorios entre los 16 y 18 grados favorece tener un mejor sueño.  
• Zonas de paso como pasillos o recibidores: al ser estancias en las que apenas se pasa tiempo no es necesario destinar los mismos recursos a mantenerla caliente. En estos espacios una temperatura de 17 grados se considera más que suficiente.  

Cómo mantener la casa a buena temperatura en invierno ahorrando dinero y energía 

Tan importante es mantener la vivienda a buena temperatura como ahorrar energía en el proceso, y es que con el precio de la luz y los carburantes disparado en los últimos tiempos, el ahorro de energía es indispensable para el bolsillo.  

Estos son algunos consejos para poder mantener la casa caliente en invierno sin desperdiciar energía:  

• Aprovechar la luz solar: Abrir las cortinas durante el día para que entre el calor del sol y cerrar todo al anochecer para evitar fugas de calor. 
• Aislar puertas y ventanas: Usa burletes o selladores para evitar corrientes de aire. 
• Cerrar habitaciones sin uso: de este modo se limita el calentamiento solo a las áreas que se usan regularmente. 
• Alfombras y cortinas gruesas: Colocar alfombras para aislar el suelo y utilizar cortinas térmicas para retener el calor. 
• Revisar el sistema de calefacción: Asegurarse de que los radiadores o calentadores estén limpios y funcionando eficientemente. 

Además de estas cuestiones también hay algunas consideraciones generales que se pueden tener en cuenta independientemente de la época del año: 

• Aislamiento en paredes y techos: un buen aislamiento reduce la pérdida de calor en invierno y evita que entre calor en verano. 
• Termostatos inteligentes: pueden configurarse para que ajusten automáticamente la temperatura según las necesidades. 
• Electrodomésticos eficientes: usar electrodomésticos con calificación energética alta ayuda a reducir el consumo. 
• Evitar fugas: revisar cañerías, ventanas y techos para asegurarse de que no hay fugas de aire o humedad.