El 37% de los padres ayuda a sus hijos a llegar a final de mes: "Es como una herencia en vida"

“La función social que realizan estas personas mayores de 60 años con sus familias supone el sustento social de las generaciones más jóvenes”, indica el informe realizado por la Fundación BBVA.

Aumenta el número de padres que ayudan a sus hijos para llegar a final de mes Canva
Javier Martín

La clásica ayuda económica de hijos a padres una vez que estos se han emancipado se ha invertido. Ahora, los padres son los que deben colaborar con sus primogénitos para que puedan independizarse. En los tiempos actuales, la disparidad entre generaciones se hace patente, con muchos jóvenes enfrentándose a ingresos inferiores a los de sus progenitores en términos reales, y desafiando la posibilidad de ahorrar o adquirir una vivienda propia. 

La Fundación BBVA, en su reciente estudio publicado este miércoles, explora esta transformación en la dinámica familiar, donde más del 37% de los padres mayores de 60 años admiten haber ayudado a sus hijos a llegar a fin de mes en el último año, asumiendo tanto gastos extraordinarios como los más rutinarios.

Este cambio en la estructura del apoyo familiar revela un fenómeno intergeneracional, desafiando la percepción tradicional. Sorprendentemente, cerca de dos tercios de los progenitores mayores de 60 años sienten que proporcionan más ayuda a sus hijos de la que recibieron de sus propios padres. Un 51% ha brindado apoyo financiero a sus hijos para abandonar el hogar, y un 72% para facilitar su formación. Incluso los sobrinos, especialmente aquellos sin hijos, reciben apoyo significativo de sus tíos, con porcentajes del 18% y el 16%, respectivamente.

“La función social que realizan estas personas mayores de 60 años con sus familias supone el sustento social de las generaciones más jóvenes, que de no existir incrementaría las brechas de la desigualdad social en nuestro país. Esta ayuda puede considerarse también como una herencia en vida al referirse a la transmisión patrimonial de una generación a otra”, concluye el informe.

Las herencias en vida pierden peso

El estudio, enfocado en la gestión de herencias en España y respaldado por una encuesta a más de 1.127 personas mayores de 60 años, respalda la importancia de los lazos familiares y revela la existencia de un "contrato intergeneracional implícito". Aunque la mayoría aún valora la transmisión patrimonial a los hijos (88%), se vislumbran rasgos individualistas debido a los cambios en la composición de los hogares.

En un contexto de tensiones demográficas y sociales, la sociedad española mantiene una postura cautelosa mayoritaria respecto a las herencias en vida. La mayoría prefiere no legar nada hasta el fallecimiento (42%), aunque un 24% aboga por transmitir toda la herencia antes de morir. La protección de las herencias como representación del esfuerzo generacional obtiene un consenso del 83%, y el 61% respalda la eliminación del impuesto de sucesiones.

El informe profundiza en la tendencia a eliminar la legítima para disponer totalmente de la herencia, especialmente entre los más jóvenes (de 60 a 64 años). Las disputas familiares relacionadas con sucesiones son reconocidas por cerca del 45% de los encuestados, aunque el 90% asegura que no han experimentado tales conflictos en su familia.

En un contexto de cambios familiares, envejecimiento de la población y jubilación del baby boom, el estudio concluye que el análisis de herencias ganará importancia en los próximos años para comprender la evolución en la transmisión del patrimonio familiar. Esta nueva realidad, marcada por una interdependencia económica y una redefinición de los roles familiares, desafía las percepciones arraigadas y plantea preguntas cruciales sobre el futuro de las dinámicas familiares y la sostenibilidad del apoyo intergeneracional en la sociedad actual.

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