Una pareja de jubilados es expulsada de su casa por llamar “tocapelotas” al propietario del terreno

Encontrar el lugar ideal para vivir tras jubilarse no es una tarea fácil, y una vez encontrado puede truncarse por un problema que a priori parece insignificante. Justo esto es lo que le ha pasado a una pareja de jubilados, que tras invertir más de 30.000 euros una casa prefabricada para instalarla en una parcela en un camping, han sido expulsados del mismo por dedicar al propietario y gerente del mismo unas palabras que no le han gustado. 

La pareja, de 70 y 73 años, decidió instalarse tras su jubilación en un camping en Préfailles, que según la información publicada por el medio francés ‘Ouest Fance’ se encontraba en una zona que los jubilados conocían de visitas anteriores. El lugar se había convertido en su sueño tras jubilarse, en el que podrían, en el que poder pasear o pescar y según ellos mismos explican “disfrutar mientras teníamos buena salud”. 

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Por este mismo motivo alquilaron una parcela y compraron una casa móvil por 13.800 euros para instalarse, aunque la misma empezó a darles problemas al poco tiempo. Por este motivo, y tras poner quejas al propietario que no se vieron resueltas, optaron por comprar otra vivienda más grande, invirtiendo en esta ocasión 30.000 euros de sus ahorros más 2.665 euros para tener más espacio de almacenaje en un cobertizo. 

La jubilación de sus sueños se vio truncada por una discusión con el propietario de la parcela

Pese a estos problemas iniciales con la vivienda, la pareja explica que la relación con el propietario del camping parecía cordial, y nada hacía presagiar que poco tiempo después serían expulsados del que ya era su hogar. 

Según explican, en octubre de 2023, tras varios años viviendo en el camping, el propietario les envió una notificación en la que se informaba de que su contrato de alquiler del terreno no iba a renovarse.

De este modo, y tras invertir gran parte de sus ahorros en la compra de las dos viviendas y el cobertizo, los dos jubilados han visto truncado el sueño de su jubilación y se encuentran en una situación complicada motivada, según explica el abogado de la pareja por “un verdadero abuso de poder”. 

Y es que, según el matrimonio, el propietario de la parcela ha tomado represalias contra ellos porque el hombre, tras los incidentes que habían tenido con la primera casa prefabricada, le había llamado “casse-couilles”, un término que podría traducirse al español como ‘tocapelotas’.

La pareja ha llevado el asunto hasta los tribunales, ya que consideran que es una medida desproporcionada, y hasta que no había pasado dicho incidente el dueño del camping nunca había dado muestras de querer dar por finalizado el contrato de alquiler de la parcela. 

El abogado del matrimonio asegura, que están buscando una alternativa para la pareja, puesto que se han visto envueltos en un largo proceso judicial que ha convertido “su sueño de jubilación se ha convertido en una pesadilla”.