Localizan 22 toneladas de oro en un barco español que naufragó en el siglo XVI en la costa de Portugal

El arqueólogo marino Alexandre Monteiro ha confirmado que, en la costa de Portugal, más concretamente entre Madeira y las islas Azores, hay una gran cantidad de barcos naufragados que están plagados de oro. Se estima una cantidad de 8.620 barcos, de los cuales unos 250 están plagados de tesoros.

Este arqueólogo e investigador trabaja en la Universidad Nova de Lisboa y ha dedicado buena parte de su trabajo a crear una base de datos que recoge los naufragios que tuvieron lugar en el siglo XVI. En una entrevista al medio ‘Lusa’, Monteiro afirmó que había documentado más de 7.500 naufragios.

250 naufragios con tesoros ocultos

En la entrevista, el arqueólogo habló sobre algunos de los naufragios más significativos que había podido identificar. Concretamente, habló de un barco español que se encuentra cerca de Troia y que, según Monteiro, transportaba 22 toneladas de oro y plata. Por desgracia aún no han sido capaces de determinar su ubicación exacta.

Pero no es el único barco repleto de oro que se encuentra en las profundidades de costas portuguesas, Monteiro asegura que en la misma zona en la que se encuentra el barco español hay otros 250 barcos con todo tipo de tesoros.

“Sabemos que hay 250 barcos que guardan tesoros y que tarde o temprano, un proyecto de construcción o algo similar lo descubrirá. De todas formas, no hay plan de contingencia para proteger estos hallazgos”, explicó.

Un patrimonio cultural desprotegido

Algo sorprendente es que, pese a que Monteiro ha entregado su investigación a las autoridades, el gobierno portugués no ha tomado ninguna medida para proteger o encontrar estos hallazgos.

Tal y como afirma el Greek Reporter, este tipo de hallazgos suponen un patrimonio invaluable para el país, tanto a nivel económico como cultural. Si no se toman medidas para salvaguardar estas zonas, el atractivo de tesoros de tal magnitud podría poner en peligro tanto la zona como el patrimonio cultural.

Por su parte, la comunidad científica está presionando para que se tomen una serie de medidas que garanticen la preservación de los barcos naufragados, se eviten los saqueos y se limiten los proyectos de construcción en esas zonas.