Elegir el nombre de un hijo no es una tarea fácil, muchos optan por nombres de moda, otros por tradición familiar, pero lo cierto es que este puede ser un factor determinante en la vida de una persona, sobre todo cuando se es niño. Y esto es justo lo que le pasa a Buffet, un niño de casi siete años que ruega a sus padres cada día que le dejen cambiar de nombre para que no se burlen de él en el colegio.
Su nombre, Buffet, en Francia, país en el que vive, significa aparador, como el mueble, un hecho que le ha convertido en el blanco de bromas y mofas constantes en clase.
Todo empezó, según la información publicada por ‘Velds’ cuando sus padres adoptivos, queriendo mantener la conexión con su herencia familiar, decidieron no cambiar el nombre original del pequeño. Pero lo que les pareció una buena idea acabó convirtiéndose en un motivo de sufrimiento para el niño. “Nos ruega todos los días que le dejemos cambiarlo”, confiesa la madre.
El niño quiere dejar de llamarse así
En el colegio, Buffet, ha sido el foco de las bromas de sus compañeros, y es que explican que el nombre está en todos los documentos y pese a que han intentado añadirle un segundo nombre, Harrison, y cambiar el apellido, su primer nombre sigue pesando más que cualquier otro cambio.
Al borde de cumplir siete años, el pequeño es claro con sus padres y asegura que lo único que quiere de regalo es dejar de llamarse así y adoptar oficialmente el nombre de Harrison. Un deseo sencillo, pero que pone en duda a sus padres, que no tienen claro si honrar la historia original de su hijo o priorizar su bienestar a autoestima.
En el debate generado en redes sociales, unos defienden el derecho de cualquier niño a elegir cómo quiere ser llamado, mientras otros recuerdan la importancia de las raíces y la identidad familiar.