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Encuentran un ‘mundo perdido’ de casi 34 millones de años enterrado bajo 3 km de hielo antártico

Los científicos han encontrado un paisaje fluvial fosilizado bajo la Antártida Oriental que proporciona claves sobre el clima del pasado y el futuro comportamiento del hielo polar.


Imagen de un glaciar
Imagen de un glaciar |Canva
Lucía Rodríguez Ayala
Fecha de actualización:

Un equipo de investigadores de la Universidad de Durham (Reino Unido) ha encontrado un mundo oculto bajo la capa de hielo de la Antártida Oriental. Se trata de un extenso paisaje fluvial bautizado como ‘Highland A’, cuya estructura geológica estaba enterrada a más de  res kilómetros de profundidad en una zona próxima a los glaciares Denman y Totten, en las cuencas subglaciales de Aurora y Schmidt. Según el estudio, publicado en Nature Communications, la formación podría datar de hace entre 14 y 34 millones de años.

En el análisis del terreno, los investigadores descubrieron tres grandes bloques elevados separados por valles profundos, lo que sugiere que en el pasado estos formaban parte de una única superficie terrestre, que posteriormente fue erosionada por ríos y glaciares. 

Para el estudio, los científicos usaron las imágenes proporcionadas por el satélite RADARSAT y datos de sondeos de radar (RES) del proyecto ICECAP con los que pudieron mapear la topografía enterrada. Con ellos pudieron confirmar que los valles descubiertos tiene una estructura dendrítica propia de sistemas fluviales y no de hielo continental. La morfología del terreno indica que la superficie fue modificada por glaciación local antes de que quedase sepultada bajo kilómetros de hielo por el actual casquete polar. 

Podría tratarse de un paisaje de antes del inicio de la gran glaciación

Los autores del estudio creen que el último proceso de erosión que tuvo lugar en la región descubierta podría haberse producido antes de la antes de la consolidación del clima polar antártico, hace unos 14 millones de años. No obstante, no descartan la hipótesis de que pueda tratarse de un paisaje incluso anterior, formado durante el Eoceno tardío, antes del inicio de la gran glaciación del continente (hace unos 34 millones de años).

Esto supondría, según se explica en el estudio, que la transición de una glaciación local con hielo cálido a una capa continental con hielo frío ocurrió de forma rápida, lo que habría permitido conservar el relieve fluvial sin grandes modificaciones.

Consideran que la región podría ser un lugar idóneo para perforaciones futuras en busca de núcleos de hielo antiguos y sedimentos subglaciales, lo que permitiría reconstruir con mayor precisión la evolución del clima antártico y mejorar los modelos que predicen la respuesta del continente al cambio climático.

Según los autores del estudio, “este hallazgo no solo proporciona una imagen del pasado remoto de la Tierra, sino que también ayuda a proyectar cómo evolucionará el hielo antártico en un futuro cada vez más cálido”.

Cómo afecta este descubrimiento al cambio climático

Este descubrimiento geológico tiene implicaciones para el futuro del cambio climático, ya que abre una puerta para poder conocer mejor cómo evoluciona el manto de hielo antártico. Y es que la conservación de este paisaje indica una estabilidad térmica prolongada en ciertas regiones interiores, y sugiere que durante episodios cálidos del pasado. Los expertos recogen que el hielo no retrocedió lo suficiente como para alterar estas zonas elevadas, situadas a unos 300 km del límite.

El estudio pone de manifiesto que, con los niveles de CO₂ y temperaturas globales acercándose a valores no vistos desde hace millones de años, si se mantiene el calentamiento actual, podrían reactivarse dinámicas similares a las de aquellos períodos, incluyendo el retroceso del hielo hasta regiones donde hoy se conservan estos paisajes fósiles.

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