Una mujer recibe una herencia inesperada: una casa de 88 habitaciones que termina saliendo en una conocida película

Recibir una herencia millonaria es algo que pocos experimentan en la vida, y menos si es por sorpresa. Este fue el caso de una mujer que descubrió por un sobre en la puerta de su casa que había heredado una mansión de la época victoriana con 88 habitaciones y que la dejó "en estado de shock durante una semana”. 

La heredera Caroline Magnus, ha relatado a ‘The Telegraph' la historia de su increíble herencia, y como un sobre en la puerta de su casa con el testamento de su tía, Lady Jewell Magnus-Allcroft, y una nota, revelaba que sería la nueva propietaria de Stokesay Court, una imponente residencia victoriana cerca de Ludlow (Inglaterra). 

Según explica pese a que en la familia había rumores sobre la mansión, nunca imaginó que sería ella quien cargaría con el legado. “No sabía si tenía terrenos ni nada sobre la familia Allcroft. Fue una situación muy extraña”, confesó.

Una herencia que cambió su vida para siempre 

Sin conocer bien la propiedad ni su historia, Caroline se enfrentó a una decisión que cambiaría su vida para siempre, aceptar la herencia y enfrentarse al reto de restaurar la imponente mansión.

Pese a que muchas personas le desaconsejaron hacerlo, Caroline explica que “no me gusta que me digan que no puedo hacer algo", y subastó parte del contenido de la casa, obteniendo 4,5 millones de libras (5,44 millones de euros) que le permitieron afrontar las deudas y comenzar la rehabilitación. Durante la siguiente década, trabajó incansablemente para modernizar y devolver el esplendor a Stokesay Court.

La historia de la mansión se remonta al siglo XIX, fue construida en 1889 por John Derby Allcroft, un exitoso fabricante de guantes, como símbolo de ambición y riqueza. Aunque las generaciones posteriores vivieron en circunstancias más modestas, viviendo la propia Lady Jewell sus últimos años confinada con su marido en el deteriorado "Ala de las Damas", mientras el resto de la mansión permanecía clausurado.

De monumento en ruinas a escenario de cine

Caroline explica que había visitado la casa en algunas ocasiones cuando era pequeña y que era como viajar en un “túnel del tiempo” y que ya entonces se encontraba muy deteriorada. 

Pero tras la restauración la suerte le sonrió y un equipo de cine puso la mansión en el punto de mira, buscaban una casa para la adaptación de Expiación. La película, ambientada en 1935 y protagonizada por James McAvoy y Keira Knightley, se rodó en 2006, y además de ser galardona con un Oscar y 2 Globos de Oro, entre otros premios, proporcionó a Caroline una renta de seis cifras, y la oportunidad de redecorar varias habitaciones. La propietaria confiesa al medio que este ha sido uno de los momentos más felices que le ha aportado la casa, “la película le dio a la casa una nueva historia”, explicó.