Una madre es condenada por robar 60.000 euros de la herencia de sus hijas: actuó por rencor y avaricia porque heredaron más que ella

El reparto de la herencia en muchas ocasiones genera conflictos entre los familiares del fallecido, que en muchas ocasiones llega hasta los tribunales. Aunque lo más común son desavenencias con la distribución, en ocasiones hay quien va más allá como esta madre y este abuelo que robaron a sus hijas y nietas 50.000 libras (casi 60.000 euros) de la herencia de la abuela. En poco más de un año vaciaron la cuenta de la fallecida de forma secreta. 

La abuela, Margaret Hill, falleció en 2013, según la información publicada por ‘The Telegraph’, y dejó instrucciones muy claras en su testamento. Su legado económico debía ser custodiado en un fondo fiduciario al que sus nietas podrían acceder al cumplir 25 años. Sin embargo, los detalles desvelados por la fiscalía, reflejan que la cuenta fue saqueada por la hija (madre de las nietas) y el abuelo entre 2013 y 2014, sin conocimiento ni consentimiento de las beneficiarias.

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El caso no salió a la luz hasta cinco años después, cuando una de las hijas intentó acceder anticipadamente al fondo para comprar una vivienda con su pareja, algo que estaba permitido en una de las cláusulas del testamento de su abuela. Fue entonces cuando se descubrió que no quedaba rastro del dinero.

La madre fue quien sacó la mayor parte del dinero 

La madre, Katherine Hill, exempleada de un banco, fue señalada como la persona que ejecutó la mayoría de los movimientos bancarios, aunque parte de las retiradas también las realizó su padre. No obstante, la fiscalía considera que el hombre, de 94 años, fue un  “testaferro útil” que actuó bajo indicaciones de su hija. El anciano incluso alegó haber enviado el dinero a sus nietas por correo, en sobres, algo que ambas desmintieron asegurando que nunca recibieron un solo céntimo.

Tanto el abuelo como la madre fueron declarados culpables de fraude por abuso de posición. Katherine como responsable mayor fue condenada a 30 meses de prisión, de los que ha cumplido 15, y Gerald recibió una pena de 12 meses que fue suspendida debido a su avanzada edad.

Además, en el caso de la madre tendrá que devolver las 50.000 libras en un plazo de tres meses. Si incumple, deberá cumplir seis meses adicionales de cárcel. En el caso del abuelo, se le impuso una sanción de 6.000 libras, con la misma advertencia de prisión en caso de impago.

El juez la acusa de actuar con avaricia y rencor porque las hijas heredaron más dinero

Según el fiscal James Hartson, la madre intentó ocultar el uso de los fondos robados a sus hijas, declarando inicialmente tener un 50% de participación en la vivienda de su pareja, tras haber contribuido durante años al pago de la hipoteca. Más tarde se retractó, negando toda titularidad.

El juez calificó este giro como un intento deliberado de eludir la responsabilidad económica. Afirmó que la vivienda, aunque fuera propiedad de su marido, se benefició directamente del dinero robado. La pareja utilizó los fondos para pagar hipoteca, facturas y otros gastos domésticos. Subrayó además que “el dinero se destinó a mantener un estilo de vida que no habrían podido permitirse por sus propios medios”.

Concluyó que ambos actuaron movidos por “la codicia y el rencor”, y que Katherine, en particular, estaba molesta porque sus hijas heredaran más que ella.