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Un hombre gana más de 40.000€ al reciclar 450.000 latas y lo que consigue comprar es la envidia de muchos

Damian Gordon, de 36 años, ha conseguido comprarse una casa al reciclar latas y envases que recogía en festivales y se encontraba por la calle.


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Residuos de un festival |The Proyect
Fernando García Ferrer
Fecha de actualización:

Durante siete años, Damian Gordon ha recorrido calles, playas, parques y festivales con el objetivo de recoger envases reciclables. En total, ha logrado acumular más de 450.000 latas y botellas desde que inició esta iniciativa en 2017 y gracias al sistema de devolución “Return and Earn” del estado de Nueva Gales del Sur (Australia) ha recaudado grandes cantidades de dinero.

Este innovador método para fomentar el reciclaje, reembolsa 10 céntimos por cada envase. Gracias a esto, Gordon ha conseguido reunir la increíble cifra de 46.000 dólares australianos (más de 41.000 euros), que ha destinado al pago inicial de una casa de dos habitaciones.

De voluntario en festivales a recolector de desperdicios

La historia de Damian ha llamado la atención del público australiano, tanto por su dimensión económica como por el mensaje de fondo. “Hay muchísimo desperdicio hoy en día. Vivimos en una sociedad donde todo se tira”, declaraba a la cadena ABC News. De hecho, gran parte de su recolección proviene de festivales de música, donde trabaja como voluntario.

Mientras ayuda con la limpieza en estos eventos, aprovecha para recolectar miles de latas y botellas. También ha recogido materiales olvidados como tiendas de campaña, luces decorativas y sombreros, contribuyendo así a reducir el impacto ambiental de estas celebraciones masivas.

Un ejemplo de constancia y conciencia ecológica

A sus 36 años, este australiano compagina su trabajo a tiempo completo con su labor como recolector. Los más curiosos de internet han estimado que, con esta actividad, gana aproximadamente 18 dólares al día y 126 a la semana. Más allá de las cifras, Damian insiste en que su objetivo no es enriquecerse, sino concienciar sobre el consumo responsable y fomentar el reciclaje.

Ahora, mientras comienza su nueva vida como propietario, sigue amueblando su casa con muebles reciclados y mantiene su compromiso con la limpieza de las calles. Porque, como él mismo afirma, “el planeta no se limpia solo”.

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