Logo de Huffpost

Qué hacer si no puedes pagar una factura de la luz: soluciones legales

Encontrarse con problemas a la hora de pagar facturas del suministro eléctrico es una situación incómoda, aunque la ley en España recoge mecanismos legales para aliviar la carga.


Dinero sobre una factura
Dinero sobre una factura. |iStock
Jorge Magdalani
Fecha de actualización:

Cuando una persona enfrenta una deuda en España, como la de no poder pagar una factura, se puede enfrentar a importantes problemas. El embargo de cuentas bancarias, aunque es la última de todas, es una medida que pueden tomar los acreedores para recuperar el dinero que se les debe, ya sea de un contrato de luz, de telefonía, internet... este procedimiento permite a los acreedores retirar fondos directamente de la cuenta bancaria del deudor.  

Sin embargo, la ley en España establece ciertos procedimientos para proteger a las personas que no son capaces, por un motivo o por otro, de afrontar sus pagos cotidianos. Y es que, en realidad, son muchos los españoles que están viviendo verdaderos apuros para pagar las cuentas básicas de su día a día, sobre todo la factura de la luz. 

Desde el corte del servicio a procesos judiciales 

De hecho, y según un informe de la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo (Eurofound), en España hasta un 11% de las personas lleva retraso en el abono de sus facturas de suministro, sobre todo en los recibos de la luz, gas y agua.  

Como decimos, las consecuencias de los impagos en cuanto a los recibos van desde el corte del servicio por parte de las empresas que lo proporcionan hasta el inicio de un proceso judicial. En este sentido, huelga decir que, por ejemplo, el plazo normal para pagar la factura de luz o del agua se sitúa en los 20 días naturales a partir de su fecha de emisión.  

Transcurrido ese tiempo, y después de un aviso previo, si la factura continúa impagada la empresa enviará un burofax o carta certificada con otro plazo para liquidar el adeudo de las facturas impagadas y con la fecha de la suspensión del suministro si el usuario no abona el recibo. El día previsto para el corte del servicio debe ser al menos dos meses después de recibir la factura. Ahora bien, ¿qué es lo que podemos hacer, como consumidores, si no podemos afrontar el pago de esas facturas? 

No se puede dejar impagado un recibo, pero existen soluciones  

Lo primero que hay que decir es que no, no se puede dejar impagada cualquier factura, en caso de querer recuperar el servicio, ya sea de agua, de luz, de internet, o incluso el seguro del coche o del hogar. Por tanto, tenemos que pagar lo que nos han facturado y, después, podemos presentar una reclamación por escrito (en primer lugar, a la empresa), en caso, por ejemplo de que el abono sea incorrecto, o que no estemos satisfechos con el importe..Si la empresa no contesta en el plazo de un mes, podremos reclamar legalmente. Pero lo primero siempre es pagar las facturas. 

Pagos fraccionados, calendario de pagos, reunificación de deudas… 

Seguidamente, si se nos imposibilita acometer el pago de las mismas por cualquier razón, es importante saber que si el importe es muy alto, las comercializadoras pueden ofrecer a los consumidores un pago fraccionado para satisfacer la deuda de una manera más cómoda.  

Aquí existe la forma de proponer un calendario de pagos adaptado a nuestra capacidad financiera. Al mismo tiempo, se puede recurrir a los servicios de mediación para facilitar un acuerdo entre las partes. Otra alternativa sería la reunificación de las deudas, consolidando varios de estos pasivos en un solo préstamo que tenga condiciones más favorables.  

Las empresas pueden emprender acciones legales

En el supuesto de que no haya ningún acuerdo y no se haya podido entablar ninguna de las peticiones que como consumidores podemos reclamar o que la empresa intente facilitar, además del corte del suministro, las entidades pueden emprender acciones legales para conseguir que se pague la deuda contraída. Una de las formas de hacerlo es el embargo de nuestra cuenta bancaria. 

Por otra parte, cabe mencionar que existen algunos casos en los que, a pesar del impago, no se puede suspender el suministro de gas y electricidad, por ejemplo, a consumidores vulnerables. Estas situaciones están protegidas por legislación y regulaciones específicas que buscan garantizar el acceso a servicios esenciales. 

Con todo esto, el objetivo es evitar las incómodas consecuencias que puede tener no pagar una o varias facturas. Esto es el de ser incluidos en ficheros de morosos, como ASNEF, afectando al acceso a futuros créditos y préstamos. También el que lleguemos a ser objeto de acciones legales, como procedimientos monitorios o juicios. Además, tendremos que soportar los intereses de demora, que hacen que la deuda original aumente con el tiempo.