Una mujer de 78 años pierde su pensión de la Seguridad Social y tiene que vender verdura para sobrevivir: "toda la vida trabajando y no tengo nada"

La Seguridad Social no ha concedido todavía la pensión no contributiva a Beatriz, una vecina de Los Gallardos (Almería) de 78 años. Esta prestación está destinada a personas que no han cotizado suficiente durante su vida laboral, como le ha pasado a esta jubilada que debe vender verduras en la calle para poder ganar dinero. En un vídeo publicado por Vox Almería en sus redes sociales, la anciana reconoce que, después de toda una vida trabajando, no tiene nada ya que eran empleos sin contrato de trabajo y, por consiguiente, por los que no ha cotizado.

Ahora su historia se ha hecho viral gracias a un vídeo compartido en redes sociales por Vox Almería, en el que la mujer explica que tiene que vender verdura a pie de calle para conseguir un dinero extra con el que llegar a fin de mes. Como ha explicado, cobra “una pensión no contributiva que he pedido dos veces. Una de ellas en Vera, porque he vivido allí muchos años”. Y finalmente, lo consiguió, por lo que ingresa todos los meses la cantidad que le corresponde. 

Te puede interesar

Cuándo se cobran las pensiones en abril de 2025: fechas de CaixaBank, BBVA, Santander, ING y otros bancos

Luego se mudó a Los Gallardos donde volvió a pedir la pensión. “Llevo ya un año y poco aquí y no me han contestado”, señala. Así que, como ha explicado en el vídeo, lleva más de un año sin cobrar la nueva pensión y sale adelante con lo que consigue vendiendo su verdura.

La Seguridad Social no le concedió la pensión contributiva

La anciana de 78 años ha trabajado durante toda su vida. Primero comenzó cuidando a sus hermanos, y luego entró en el sector de la hostelería. Aun así, no ha conseguido el mínimo de años cotizados para poder acceder a la pensión contributiva de jubilación de la Seguridad Social.

“He trabajado mucho, pero no tengo casi nada asegurado”, ha dicho en el vídeo. Porque no solo ha trabajado en Almería, sino que ha estado en Málaga, en la localidad de Benahavís, donde no tenía jornada laboral, ni horarios. “Trabajábamos todo el día entero y descansábamos solo cuatro horas al día”. 

Beatriz se emociona y apenas puede hablar cuando recuerda su infancia junto a sus hermanos. “Llevo mucho pasado”, destaca. “He trabajado mucho y no tengo casi nada asegurado”.

“No he cotizado y es culpa mía, me tenía que haber preocupado”

La mujer, que como único ingreso saca lo que consigue vendiendo verdura, señala que si no ha cotizado es “por mi culpa”, ya que “tenía que haberme preocupado por asegurarme”. Pero, en aquellos años, lo que más le preocupaba era salir para adelante, cuidar a sus hijos y el pedacito de tierra que había heredado de su padre.

Ahora ha tenido que volver a trabajar, mientras espera cobrar la pensión, pendiente de unos trámites administrativos ocasionados por el cambio de domicilio.