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Una jubilada se ve obligada a volver a trabajar con 76 años: no le alcanza la pensión para pagar las medicinas de su marido enfermo

Ha empezado a trabajar como cajera de supermercado más de 10 horas semanales para poder pagar todos los gastos mensuales.


Una pensionista triste y cabizbaja
Una pensionista triste y cabizbaja |Envato
Esperanza Murcia
Fecha de actualización:

La inflación hizo estragos en muchos jubilados, que se vieron obligados a regresar al mercado laboral para seguir viviendo con dignidad y poder pagar los gastos más básicos. El caso de Lenore Agney es el claro ejemplo de ello, quien en 2022 tuvo que volver a trabajar con 76 años para poder pagar la comida y las medicinas de su marido enfermo

Con unos precios que no paraban de subir, hacer la compra se convirtió en una tarea cada vez más difícil, confesando que afectaban a todo, desde la leche hasta la gasolina. Así, esta jubilada de Ohio, que en el pasado había trabajado en un comedor escolar, se vio obligada a buscar un empleo a tiempo parcial para compatibilizar los ingresos de su pensión

A sus 76 años, cuando pensaba que solo le quedaba descansar y disfrutar después de una larga carrera profesional, comenzó a trabajar más de 10 horas semanales como dependienta en unos grandes almacenes de su localidad, lo que ya le permitía cubrir los gastos de la comida así como las medicinas que requería su marido, tal y como contó al medio ‘AP News’

Menos de 1.000 dólares de pensión

Lenore Agney fue una de las personas jubiladas que participaron en un informe de 2022 que analizaba el efecto inflación en este colectivo. Coincidiendo su publicación con la Navidad de dicho año, el pronóstico de esta jubilada fue claro y duro al mismo tiempo: “Las fiestas van a ser duras, y no sólo para las personas mayores”, afirmaba Angey. “Por suerte, mi nuera cocinó todo el Día de Acción de Gracias y yo llevé algunos platos. Pero la celebración de Navidad será definitivamente más modesta”, agregaba.

En este mismo estudio, confesó que recibía menos de 1.000 dólares de pensión (alrededor de los 880 euros) al mes. Una ayuda “pequeña” para todos los gastos que deben afrontar mensualmente, aunque la de su marido es un poco más alta. Esta situación, que podría parecer aislada, se repite en el caso de otros muchos pensionistas, como reflejó el citado informe. 

De hecho, en este se demostró que más de un tercio de las personas de 65 años o más describían su situación financiera a mediados de año como peor de lo que era 12 meses antes. Este colectivo, debido a su edad, no puede afrontar la subida de los precios con horas extra o primas que engroses sus nóminas, ya que principalmente se mantienen con la pensión, motivo por el que han tenido que recurrir a trabajos parciales para conseguir ese plus. 

Según los expertos, esta problemática seguirá creciendo en los próximos años, a medida que se jubilen más ‘baby boomers’. Tal así que, en 2050, la población estadounidense mayor de 65 años será de 83,9 millones, casi el doble que en 2012 (43,1 millones), según las previsiones de la Oficina del Censo.

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