
Revisar las pertenencias de un ser querido tras su muerte es, habitualmente, un momento duro y cargado de emociones. Sin embargo, en ocasiones, entre objetos cotidianos y recuerdos personales, pueden esconderse sorpresas inesperadas. Eso fue lo que le ocurrió a un británico de 34 años, quien tres días después de la muerte de su madre, ordenando sus cosas en su casa, encontró un billete del Euromillones que resultó estar premiado con 18.400 euros.
Según la información publicada por el medio británico ‘The Sun’, Liam Carter, se encontraba revisando la cocina, donde la fallecida solía guardar los décimos de lotería cuando encontró un sobre doblado con una inscripción con la letra de su madre, “Sorteo del sábado. ¡No lo olvides!”. Aunque en principio pensó en dejarlo de lado, algo le impulsó a abrirlo.
“Estuve a punto de dejarlo donde estaba, pero algo me dijo que lo escaneara con la aplicación de la Lotería Nacional”, confesó Carter al medio. Al hacerlo, un mensaje le indicó que se trataba de un billete ganador, aunque no especificaba el importe. La única forma de confirmarlo era llamando directamente a la línea oficial de la Lotería Nacional.
El último regalo que su madre le hizo
Tras realizar la llamada a la empresa gestora del sorteo de Euromillones en el país, el trabajador de la línea telefónica le explicó que el billete de su madre había acertado los cinco números del sorteo, quedándose a las puertas del bote completo por no acertar las estrellas. El importe exacto del premio fue de 18.400 euros.
“Me quedé paralizado. Debí quedarme en silencio al teléfono. No me pareció real”, explicó Liam emocionado, ya que asegura que su madre no fue muy afortunada a lo largo de su vida. “Nunca ganó nada importante en su vida, y ahora esto”.
La mujer jugaba cada semana al Euromillones, y según relató su hijo al medio siempre le decía que si algún día ganaba algo, el dinero sería para él. “Siempre dijo que si alguna vez ganaba, el dinero sería para mí”, recordó.
Aunque su madre nunca sabrá que aquel billete resultó premiado, Liam sintió que era su forma de dejarle algo incluso después de su marcha, “sentí que era algo que me había dejado. Como un último regalo”.
El joven explicó que usará el dinero del premio para dar la entrada para comprar un piso, que es algo a lo que su madre llevaba tiempo animándolo “siempre quiso que tuviera mi propio hogar. Ahora puedo empezar a hacerlo realidad”.
“Sentí que era su forma de despedirse. Un regalo final que me acompañará toda la vida”, concluyó con su emoción.