El Banco de España deja claros los beneficios, para un jubilado, de estas tarjetas de crédito

El uso de tarjetas de crédito o débito cobra cada vez más fuerza frente al uso de dinero en efectivo, y es que su comodidad y seguridad hace que sea un método cada vía más elegido, sobre todo por los más jóvenes. En el caso de los mayores, la dificultad de la utilización de la tecnología y el desconocimiento, hace que vean más complicado incluirlas en su rutina a la hora de comprar, pero desde el Banco de España (BE) han aclarado cuáles son las ventajas que pueden aportar a los mayores y jubilados.

Aunque muchos bancos ya ofrecen servicios especiales a los mayores de 65 años, sigue siento un sector de la población que falta de confianza para utilizarlas en condiciones de seguridad, sigue prefiriendo el dinero en efectivo. 

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Lo primero que explican desde el BE es que deben tener claro los tipos de tarjetas que hay, y señalan las tres más comunes, que son: 

• Tarjetas de débito: vinculadas obligatoriamente a una cuenta y solo pueden disponer con ellas del saldo de la cuenta corriente a la que están asociadas
• Tarjetas de crédito: permiten disponer de una cuantía mayor al saldo de la cuenta corriente a la que están asociadas, ya que, en realidad, están concediendo un crédito que está a disposición del titular
• Tarjetas prepago: necesitan tener un saldo pre cargado para poder usarlas, de modo que, al realizar una compra, el importe se descuenta del saldo cargado.

Ventajas del uso de tarjetas bancarias para los mayores 

Desde el Banco de España han aclarado algunas de las ventajas que tiene el uso de estas tarjetas bancarias y que conviene conocer a los mayores para poder disfrutar de los beneficios que estos productos bancarios ofrecen a sus usuarios:

• Seguridad: las tarjetas, ya sean de crédito, débito o prepago, son seguras. En el caso de pérdida de la misma solo habrá que avisar al banco para que se bloquee. 
• Comodidad: tan solo habrá que llevar una tarjeta de plástico para poder pagar, sin tener que estar pendiente de llevar dinero en efectivo para poder realizar algún pago. 
• Eficiencia: su utilización evita situaciones como que el establecimiento en el que se compre no disponga del cambio exacto, en el caso de pagar con un billete grande, o de equivocarse a la hora de contar el dinero recibido. 
• Variedad: al existir diferentes tipos de tarjetas, los mayores podrán optar por una u otra según sus necesidades. 

Pese a las ventajas de estos productos bancarios, desde la entidad explican que también tienen una serie de riesgos que deben prevenirse. Para ello los mayores deben tener en cuenta: 

• Verificar la cantidad antes de pagar.
• Asegurarse de que la operación se realiza en su presencia.
• Marcar el pin de forma rápida y oculta. 
• Pedir los comprobantes. 
• Si pagan online, no memorizar los datos de la tarjeta, es mejor introducirlos cada vez. 
• No compartir el pin ni contraseñas con nadie.