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Nunca pensé que pudiera llegar a ser rica como para tener un fideicomiso para mis hijos, pero es la mejor forma de protegerlos

La abogada Jala Eaton asegura que tener un fideicomiso garantiza que el dinero irá a parar donde el ordenante quiere sí o sí una vez muera.


La protagonista con su familia y una caravana
Kelly Burch con su familia |Kelly Burch | Business Insider
Antonio Montoya
Fecha de actualización:

No hay que ser rico para pedir un fideicomiso, ya que es una herramienta que todos pueden usar para asegurar un patrimonio de cara al futuro y proteger una inversión o ahorro. A pesar de esto, cuando esta mujer rica se lo contó a su esposo, a este le pareció que le estaba hablando de la idea de comprar un avión privado o unas vacaciones de 5 estrellas. Pero ella contactó con la abogada Jala Eaton, especializada en planificación patrimonial, que le dejó claro que lo necesitaba mediante una explicación sencilla: “Piense en un fideicomiso como si fuera una cesta. En ella deposita activos, o cosas importantes. Luego, se rige por sus palabras y decisiones”.

Esta es la historia de Kelly Burch, una periodista de New Hampshire (Estados Unidos) especializada en finanzas personales y familia que cuenta sus vivencias y cómo investigó y se puso al día sobre los fideicomiso con la ayuda de la abogada Jala Eaton, fundadora de On My Own Financial. La protagonista, después de investigar sobre planificación patrimonial, descubrió que los fideicomisos son más comunes de lo que parece.

Jala Eaton les explicó que la figura legal del fideicomiso permite decidir qué ocurrirá con los bienes y quién los gestionará en caso de fallecimiento. Para esta familia, el fideicomiso debía incluir una vivienda, una propiedad de alquiler y un seguro de vida. Lo justo para estar tranquilos. La abogada le explicó cómo funcionaba pensando en sus hijos, ya que los menores no pueden heredar bienes: "Con un fideicomiso, tienes un documento escrito que rige el destino de tus bienes mientras estés aquí y después de tu fallecimiento", aclaró. Sin uno, sus hijos pueden quedarse sin nada en caso de muerte de sus padres.

El fideicomiso como herramienta de control, incluso tras la muerte

Una de las principales ventajas del fideicomiso es que evita que los bienes pasen por un tribunal sucesorio. En caso de no existir este instrumento, es un juez quien determina cómo se distribuyen los activos, sin tener en cuenta deseos personales ni valores familiares.

El estado no está pensando en nada profundo”, advertía Eaton. Por el contrario, un fideicomiso permite fijar normas concretas: los hijos podrán usar la herencia para gastos básicos, educación, vivienda o salud, siempre bajo la supervisión de un fideicomisario elegido por los propios padres. Los términos designados para el fideicomiso son vinculantes hasta después de haber fallecido el ordenante de este resguardo económico.

Aunque la autora reconoce que a veces olvida que no es rica, sino que solo está acercándose a la clase media: “Tengo una casa y una propiedad de alquiler, y tengo suficiente dinero para pagar mis cuentas, comprar comida y ahorrar un poco. Y, sin embargo, mi idea de un hito financiero importante es acercarse al punto en que mi patrimonio neto será cero, no negativo. Si un fideicomiso fuera una canasta, el mío sería diminuto”.

El fideicomiso es importante hasta para quien no es rico

Llegar a tener un fideicomiso no es tan complicado como parece. Existen plataformas en línea que facilitan los trámites, aunque los expertos recomiendan recurrir a un abogado especializado para adaptarlo a las leyes del estado de residencia y prever distintos escenarios. Lo más importante es nombrar un fideicomisario adecuado para la familia. Si no hay personas de confianza con capacidad para gestionar dinero, se puede optar por servicios profesionales que lo hacen a cambio de una tarifa.

También es fundamental actualizar el documento tras cambios importantes, como un divorcio o el nacimiento de un hijo. La abogada recordó el caso del exjugador de la NBA Kobe Bryant, cuyo fideicomiso no incluía a su hija menor, Capri. Esta omisión generó problemas legales y desigualdades entre los herederos.

Burch reconoce incluso que al principio le pareció excesivo establecer un fideicomiso: “Crear un fideicomiso puede parecer excesivo, sobre todo porque no tengo muchos bienes”. Pero su instinto como planificadora le hizo verlo claro: “Me encanta la idea de tener control sobre lo desconocido, incluso después de la muerte”.

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