Niño Becerra se indigna y clama al cielo por esta surrealista oferta de empleo

El economista Niño Becerra muestra su opinión acerca de la oferta de empleo que más polémica ha causado en los últimos meses. Este ha sido su comentario de asombro ante una abusiva vacante por 1.000 euros al mes.

La opinión de Niño Becerra ante una abusiva y surrealista oferta de empleo
Isabel Gómez

El economista Niño Becerra no sale de su asombro por la sorprendente oferta de empleo que se ha hecho viral en redes sociales. Las condiciones laborales tan abusivas para acceder al puesto trabajo también han recibido el rechazo de media España.

La periodista Alejandra de la Fuente ha publicado el libro ‘La trabajadora infiltrada’, un best seller donde recoge las ofertas laborales ilegales e inadmisibles que ha podido ir recopilando. El programa La Ventana de Cadena Ser ha sido el responsable de hacerle llegar la surrealista oferta a uno de los economistas más influyentes del panorama nacional.

Así es cómo Niño Becerra se informó de una oferta para trabajar 17 horas cada día, los siete días a la semana, a cambio de un salario de 1.000 euros mensuales. Ante esta información, Francino, conductor del programa, preguntó: “¿Esto es legal, se puede hacer?”

La respuesta de Becerra fue contundente: “Esto no es legal” porque, por convenio, cada rama de actividad productiva tiene una jornada de trabajo límite estipulada, además del propio convenio de la empresa para la que se trabaje.

A esto le continuó el siguiente comentario: “Y hay dos cláusulas que se han de cumplir a rajatabla: las horas que existen entre din de una jornada e inicio de la siguiente. Algo que está legislado y varía en función del convenio”.

“Dos: hay una cantidad máxima de horas y todo lo que exceda esas horas han de ser extra”, continuó el economista. 

El mayor problema de la oferta de trabajo, según Niño Becerra

El experto en economía zanjó su intervención en la Cadena Ser estupefacto por la mencionada oferta de trabajo. Concluyó su presencia en La Ventana explicando que una oferta labora así “no hay por dónde cogerla”. Además, añadió que “es propia de un país que, primero, tiene una legislación operativa laxa sobre el tema”.

Pero el golpe sobre la mesa vino con su último comentario sobre el fraude fiscal al añadir que “por el tipo de valor añadido que genera, no olvidemos, que la economía no sumergida puede conducir al fraude fiscal, pero la sumergida ya lo es”. Así hizo hincapié en defender la necesidad de mayores ayudas públicas para perseguir la economía sumergida.

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