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Sanidad cierra unas conocidas oficinas y 10.000 trabajadores irán a la calle: fueron despedidos por email

Los trabajadores del Departamento de Salud y Servicios Humanos de San Francisco han cerrado como parte del plan de recortes de DOGE, coordinado por Elon Musk.


Empleados HHS.
Empleados esperando a las puertas de las oficinas de HHS en San Francisco. |The Cronicle
Berta F. Quintanilla
Fecha de actualización:

Más de 10.000 trabajadores del HHS de San Francisco (el Departamento de Salud y Servicios Humanos) se han quedado sin empleo. El despido les fue comunicado por correo electrónico el pasado día 1 de abril, justo cuando comenzaban su jornada laboral. 

Las primeras reacciones no han tardado en llegar, y el periódico ABC7News ha recogido las declaraciones de algunos de los protagonistas como el experto en programas Steve Weiner. “Es horrible, miserable, hemos estado durante semanas con amenazas y la crueldad de ‘te van a echar cualquier día’”. Una vez que conocieron el despido, los miles de trabajadores comenzaron a abandonar el edificio Nancy Pelosi, buscando explicaciones tanto en sus superiores como en las políticas de recortes de personal que abandera Elon Musk.

Porque este cierre no es casual, ya que se encuentra dentro del ajuste de personal federal que está llevando a cabo el Secretario de Salud y Servicios Humanos Robert F. Kennedy Jr. con el que quiere eliminar 10.000 puestos en todo el país. La de San Francisco, por tanto, no es la única y ya se han clausurado también otras en Boston, New York, Chicago y Seattle.

Denuncia para pedir que los trabajadores vuelvan a sus puestos

El HHS emitió un comunicado oficial el día 27 de marzo en el que señalaba que estas pérdidas de puestos de trabajo están relacionados con la voluntad de ahorrar por parte del Gobierno de Donald Trump. Además, recientemente se han conocido nuevos movimientos por parte del DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental) que va a conseguir, supuestamente, un ahorro de 1,8 mil millones de dólares.

Pero esta medida no está contando con la aceptación que se esperaba. No sólo porque supone que 10.000 empleados públicos irán al paro, sino porque se trata de una maniobra “peligrosa, arbitraria, caprichosa e ilegal”, como la ha definido el fiscal general de California, Rob Bonta. Ha conseguido el respaldo de 23 estados para presentar una denuncia contra HHS de modo que, en caso de ganarla, se devuelva a los miles de despedidos a sus puestos de trabajo.

Para argumentar la demanda, el fiscal se apoya en las consecuencias de este cierre. Muchos programas se van a ver afectados, entre los que se encuentra el de salud infantil y asistencia a las familias, especialmente a aquellas que tienen bajos ingresos. 

Por eso se lamenta uno de los trabajadores despedidos, Julie Fong, que ha visto cómo de repente se cortan 25 años de carrera profesional ininterrumpida. “Hemos perdido una oficina entera de Head Start”.

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