Halloween acaba de celebrarse y cada año más personas se animan a transformar sus casas en escenarios de terror, llenando fachadas y jardines de calabazas, telarañas y esqueletos. El entusiasmo por decorar crece, pero en ocasiones puede acarrear problemas inesperados, por ejemplo, las comunidades de vecinos pueden prohibir la decoración de zonas comunes o, como le ha ocurrido a una familia con un alquiler social, que ha recibido una advertencia formal por incumplir el contrato porque la decoración de su casa se le ha ido de las manos.
El caso ha ocurrido en Francia, según la información recogida por el medio ‘Figaro Inmobilier’, esta familia, cada octubre, llena su casa de decoración terrorífica que atrae a los niños y adultos de todo el barrio. Pero este año, la fiesta ha ido demasiado lejos, y unos días antes del 31 de octubre, recibieron una advertencia formal del ayuntamiento y de la entidad gestora, Sia Habitat, por incumplir las condiciones del contrato de alquiler.
El detonante fue el fin de semana previo a Halloween, en el que más de 300 personas acudieron a la casa para admirar la decoración y participar en las actividades. Entre los motivos de la advertencia figuran molestias por ruido, interrupciones del tráfico, la venta no autorizada de productos y el uso de fuego en los espectáculos. Todo ello provocó varias quejas de los vecinos y la intervención directa de las autoridades.
Recibieron una carta para que cesaran con las actividades no autorizadas
En la carta remitida a la familia, Sia Habitat, la empresa gestora de los alquileres sociales, les recordó su obligación de hacer un uso “pacífico y exclusivamente residencial” del inmueble, y les instó a cesar de inmediato las actividades no autorizadas.
La advertencia llegó justo antes del inicio de la tregua invernal, un mecanismo que prohíbe los desahucios durante los meses de frío en Francia que prohíbe los desahucios, lo que generó alarma en el vecindario ante un posible desahucio.
Tras ser convocados por el ayuntamiento y la policía, los inquilinos aceptaron eliminar las invitaciones públicas en redes sociales, cancelar los espectáculos con fuego y mantener la decoración solo en el jardín, evitando grandes concentraciones.
Desde que adoptaron estas medidas para celebrar Halloween de una forma más discreta no se volvieron a generar aglomeraciones en el vecindario.
