Una camarera recibe 9.500 euros de propina y pocos días después es despedida: “te quitarán todo lo que tienes”

A veces, el trabajo puede darte una alegría. Y es justamente lo que le pasó a una camarera de Michigan que, ante la incredulidad de todos los presentes, recibió una propina de nada más y nada menos que 10.000 dólares (sobre 9.500 euros). Toda una sorpresa que respondía a un motivo especial del cliente: era en memoria de un amigo que había fallecido recientemente y que solía frecuentar dicha cafetería.

Este generoso consumidor solo impuso un requisito: que la propia fuera repartida entre los compañeros que se encontraban ahí trabajando, por lo que fue repartida en 9 partes, tocando a 1.100 dólares cada uno. Una cantidad nada pequeña. Sin embargo, esta alegría próximamente se transformó en tristeza: la camarera que la recibió y repartió, Linsey Boyd, fue despedida apenas 8 días después. 

Te puede interesar

El SEPE avisa de sus nuevos cursos gratis para trabajar en colegios

Al parecer, unos compañeros que no se encontraban trabajando ese día y que, por tanto, no recibieron el dinero, estaban muy molestos porque no se les había comunicado nada de la propina. Esto fue lo que, según Linsey, empujó a la empresa a despedirla, aunque los dueños de la cafetería no piensen lo mismo. De hecho, amenazaron con demandarla cuando ocurrieron los hechos, en febrero de 2024, tras dar esta su versión en redes sociales. 

“Están utilizando su posición de poder para amenazarla e intimidarla», dijo la abogada de la camarera, Jennifer McManus al medio ‘Wood’, que recopiló toda la historia. “Es algo realmente triste”, lamentó esta también.

“Te quitarán todo lo que tienes”

Según explicó la abogada de la camarera, que se vio sin trabajo siendo madre de dos hijos, un compañero de trabajo avisó a Linsey de que los empleados que trabajaban en la trastienda y tenían turnos diferentes estaban molestos porque no se les había comunicado la propina. Por ello, esta se dirigió a la dirección y a los propietarios para exponerles su preocupación, pero se negó a revelar el nombre del compañero cuando se lo pidieron.

“Pensó que revelar el nombre de esa persona podría crear un problema mayor. Así que se encontró en una situación difícil: O compartía el nombre de la persona, lo que podría crear un problema mayor, o se negaba a compartir el nombre de la persona, lo que en última instancia parece que es lo que llevó a su despido”, explicó la abogada McManus.

Esta también declaró que, cuando Linsey dio su versión de los hechos en Facebook, un gerente de la cafetería la llamó, recomendándole que lo borrara. En esta conversación, le dijo que los propietarios tenían “todo el derecho a demandarla a ella y a toda su familia” por difamación. Ante este aviso, Linsey respondió que “buena suerte”, porque no tenía “mucho”, y la amenaza fue todavía mayor: “Sí, pero te quitarán todo lo que tienes”.

“Una cosa que quiero que quede clara es que yo no quería nada de esto”, escribió Linsey en su mensaje de Facebook. “Y más que nada, quiero que los demás sepan que por muy humilde que haya sido todo este apoyo, realmente no quiero que otros reaccionen a mi situación con más odio o ira. No resuelve nada y todavía hay gente inocente y trabajadora ahí que será la que sufra, y yo no quiero eso”, quiso trasmitir después de todo en Facebook. 

Por su parte, la empresa siguió afirmando que el despido no tenía nada que ver con la propina, y que “fue puramente una decisión de negocios”.