Qué significa no hacer nunca la cama, según la psicología

La sociedad se divide en dos tipos de personas: los que nunca hacen la cama, y los que no pueden salir de casa por la mañana sin tenerla perfecta. Aunque pueda parecer que elegir un bando u otro no tienen importancia, la psicología ha revelado que puede haber aspectos de la personalidad detrás de esta costumbre, al igual que dormir con los pies por fuera, o en la elección de los colores para vestir.

Son muchos los estudios que aconsejan hacer la cama como un buen hábito para la salud mental. Por ejemplo, William H. McRaven en su libro Hazte la cama, afirma que cumplir con esto cada mañana te “prepara para el éxito y equivale a establecer una rutina responsable y ordenada”. Pero, otras dicen que puede llegar a provocar asma o alergia. Estas son todas las conclusiones a las que han llegado y qué significa no hacer nunca la cama.

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Esto es lo que dice de ti que nunca hagas la cama

Muchas personas se repiten cada día eso de: “¿para qué voy a hacer la cama si voy a volver a deshacerla?” Los especialistas en psicología han sacado sus propias conclusiones sobre lo que esconde este gesto. Principalmente, es un símbolo clave de pereza, de procrastinación o de apurar el despertador y llegar tarde a todos sitios. Esto es lo que significa:

• No tener una rutina. Las personas que no suelen hacer la cama son aquellas que no tienen una estructura clara sobre su rutina de mañana y apuran hasta el último momento el salir de las sábanas. Por eso, muchas veces no tienen tiempo de cumplir con esta tarea.
• Control del entorno. Algunos psicólogos piensan que puede ser un acto de rebeldía en el que se hace lo que se quiere, sin importar lo que piensen los demás.
• Personalidades creativas y libres. A veces, la manera en la que organizamos y ordenamos nuestra casa puede hablar mucho de nosotros. Para la psicología, puede ser una manera de expresar creatividad y una personalidad libre y despreocupada.
• Procrastinación. Los que deciden irse de casa con la cama sin hacer revelan una tendencia por la procrastinación. Puede ser un patrón de aplazar las tareas a las que no se les da importancia o se ven urgentes. Podría aplicarse a otros ámbitos, como el trabajo o los estudios.
• Desafío contra las normas sociales. ¿Quién no se ha llevado una bronca alguna vez por no hacer la cama? Es una de las normas sociales más establecidas desde que somos pequeños. Por eso, hay gente que decide no hacerla para mostrar inconformidad, o resistirse a seguir con las normas.
• Importancia a darse tiempo a uno mismo. También puede revelar que prefieren regalarse un tiempo para ellos mismos, como tomarse un café tranquilamente antes de salir de casa, que cumplir con el orden del hogar.
• Desordenados. Hay personas que directamente no le dan ninguna importancia a tener la habitación ordenada. Prefieren dedicarse a otras cosas.

¿Qué pasa si no haces la cama?

Hay profesionales que defienden a las personas que nunca hacen la cama. Un grupo de expertos de la Universidad de Kingston llegó a la conclusión de que no hacer la cama ayuda a prevenir el asma. Es para evitar la propagación de ácaros, que también causan muchas alergias. Una cama podría tener hasta 1,5 millones de ácaros y puede ser muy perjudicial.