Los científicos descubren un nuevo insecto con 15 millones de años excepcional por su rareza

Un estudio desvela fósiles de una desconocida mosca blanca con millones de años que sorprende por sus buenas condiciones de conservación.

Fósiles descubiertos
Fósiles descubiertos Universidad de Otago
Lucía Rodríguez Ayala

Los científicos han encontrado una nueva especie de mosca en un rincón remoto de Nueva Zelanda, en el lago de cráter Hindon Maar, cerca de la ciudad de Dunedin, en la Isla Sur, se han descubierto fósiles increíblemente bien conservados de moscas blancas, un tipo diminuto de insecto que vivió hace aproximadamente 15 millones de años.

Este hallazgo no es solo excepcional por la rareza de los fósiles encontrados sino por las buenas condiciones en las que se ha conservado. Y es que estos pequeños insectos fueron hallados en el reverso de una hoja fosilizada, exactamente en la posición en la que vivieron y murieron.

Así lo han reflejado los científicos que llevaron a cabo este estudio, dirigido por un equipo del Departamento de Geología de la Universidad de Otago y publicado en la revista Palaeobiodiversity and Palaeoenvironments. En él explican cómo estos fósiles han sobrevivido millones de años.

Un descubrimiento único en la ciencia

Según el doctor Uwe Kaulfuss, uno de los investigadores principales, el proceso de fosilización fue rápido y favorecido por las condiciones únicas del lago "la hoja con los puparios debió desprenderse de un árbol, ser arrastrada al lago y hundirse rápidamente hasta el fondo, donde quedó cubierta por sedimentos. Esto permitió la preservación exquisita de estos diminutos fósiles."

Estos fósiles encontrados son tan pequeños que apenas pueden verse a simple vista, miden apenas 1,5 mm por 1,25 mm. Su buena conservación sorprende a los científicos que han podido observar las características únicas de sus cuerpos ovalados y negros, así como los segmentos corporales profundamente definidos que los diferencian de las especies actuales.

Estos pequeños fósiles son los primeros de su tipo encontrados en Nueva Zelanda y solo el tercer ejemplo conocido en todo el mundo de puparios fosilizados. El hecho de que aún estén en su posición de vida sobre la hoja es increíblemente raro”, destaca otra de las coautoras del estudio.

Según los investigadores, para que un pupario se conserve de esta manera, debe haber quedado atrapado rápidamente en un entorno sin oxígeno, lo que ralentiza el proceso de descomposición. En este caso, el fondo del lago Hindon Maar proporcionó esas condiciones únicas, lo que permitió la fosilización casi instantánea de los diminutos insectos y la hoja que los alojaba.

No es un caso aislado en la región

Estos raros fósiles no son el único descubrimiento de la región que ya se considera un punto caliente para la paleontología en Nueva Zelanda. Hasta hace 2 décadas solo se conocían siete fósiles de insectos anteriores a la Edad de Hielo en el país, actualmente la cifra ha crecido hasta los 750.

Estos nuevos fósiles se suman, por tanto, a la lista de especies y a preservar y estudiar por la Universidad de Otago. 

La profesora Lee, coautora del estudio señaló que "en Nueva Zelanda existen 14,000 especies de insectos, y el 90% de ellas no se encuentran en ningún otro lugar del mundo" y que "aunque la mayoría de las personas se sienten atraídas por fósiles grandes y carismáticos, es importante recordar que los insectos forman la base de los ecosistemas”.

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