Las molestas llamadas spam llegan en los peores momentos, cuando se está trabajando, descansando en casa, e incluso a la hora de comer. Estas llamadas publicitarias realizadas habitualmente por números desconocidos se han convertido en una pesadilla para muchos españoles, pero hay una frase que puede acabar con ellas.
Una de las primeras armas para luchar contra las llamadas spam, es inscribirse en la lista Robinson. Este servicio es gratuito y sirve para bloquear las llamadas comerciales eliminando datos como teléfonos de contacto o correos electrónicos de las listas de comunicación de las empresas.
La inscripción en esta lista tarda entre 2 y 3 meses, ¿qué se puede hacer durante ese tiempo para no recibir llamadas?, o lo que es peor aún ¿qué pasa si después de ese tiempo se siguen recibiendo? En este momento es en el que habrá que responder a esa llamada con la siguiente pregunta ¿de dónde habéis sacado mi número?
La frase que termina con las llamadas spam
Preguntar a quién realiza la llamada de dónde han sacado el número de teléfono es clave para poder determinar como proceder, y conseguir que dejen de hacerlo.
El primer lugar, la ley orgánica de protección de datos (LOPD) no permite que las empresas realicen llamadas aleatorias a número al azar, por tanto, para realizar las llamadas deben tener un listado de números de teléfono.
Cuando se realiza la pregunta, la repuesta del emisor de la llamada es clave para determinar qué hacer.
Si informan de dónde han sacado el número de teléfono
En este caso, darán los datos de la empresa, y lo habitual es que sea alguna con la que se ha aceptado que utilicen los datos para hacer llamadas comerciales o cesión de los mismos.
Si esto es así, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) informa de que habrá que comunicar a la empresa que se retira el consentimiento para el uso de datos con fines publicitarios y que no se desea seguir recibiendo publicidad.
Si se niegan a decir de dónde han sacado el número de teléfono
Por ley, el operador tiene que responder a la pregunta e informar de la fuente de la que ha obtenido los datos. No obstante, y aunque sea algo ilegal, puede negarse a proporcionarla.
Lo más probable, es que no dispongan de los permisos para utilizar el número de teléfono y sea el propio operador el que cuelgue la llamada, y no vuelva a llamar. Pero en caso de que se insista y vuelva a llamar, el siguiente paso es comunicar que se va a proceder a denunciar ante la Agencia Española de Protección de Datos.
El simple hecho de la amenaza de denuncia suele ser motivo para que esa empresa deje de llamar, pero si se quiere formalizar la reclamación, puede hacerse vía internet a través de la propia web de la Agencia.
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