Evan Spiegel, fundador y CEO de la red social Snapchat, tiene un hábito un tanto raro para todos los trabajadores que comienzan a trabajar en la empresa y es que cada uno debe presentar en su primer día una idea. Con ello, no busca encontrar nuevos talentos, sino más bien a que fracasen desde el primer día y aprendan a superarlo. “Así pierden el miedo y se atreven a innovar”, explicó recientemente en una entrevista. Con tan solo 34 años, Spiegel ha consolidado esta filosofía como parte esencial de la cultura empresarial de Snapchat, mientras su patrimonio personal alcanza los 3.100 millones de dólares.
En el pódcast The Diary of a CEO, Spiegel explicó que los nuevos empleados deben intervenir en la primera reunión de críticas de diseño. “En tu primer día tienes que presentar algo”, afirmó, una exigencia que se traduce en exponer una propuesta sin conocer aún los procesos ni la estrategia de la empresa.
Así, si ya el primer día general inseguridad, esta exigencia lo hace que sea aun mayor, provocando caer inevitablemente en la inseguridad, especialmente al tener que hacerlo ante un equipo experimentado. “Tu peor temor se ha hecho realidad: estamos sentados todos juntos viendo una idea que no es tan buena”, reconoció. Pero precisamente ese sentimiento de exposición es lo que pretende provocar el CEO para que, una vez superado, deje de condicionar al empleado.
“La mejor manera de tener una buena idea es tener muchas”
El objetivo de esta táctica es romper el miedo al fracaso desde el primer día y liberar el pensamiento creativo. “La mejor manera de tener una buena idea es tener muchas ideas”, afirma Spiegel. De esta forma y bajo esta premisa se busca que los trabajadores propongan sin miedo, incluso si no aciertan a la primera. Es decir, que buscan cantidad, para así llegar a la calidad.
A pesar de que la medida puede parecer ir en contra de la salud mental, lo cierto es que Spiegel la defiende como un catalizador del pensamiento crítico y la innovación. De esta forma, los trabajadores puede trabajar con más naturalidad y tener más confianza en su mismos.
“El miedo solo existe en tu cabeza”
Según el CEO, no se trata de encontrar la idea perfecta el primer día, sino de empezar a aportar cuanto antes”. “A veces no todo consiste en presentar la idea más buena, sino la más útil”, explica. Es decir, que perder el miedo es el primer paso para empezar a adquirir experiencia.
Además, esta dinámica inicial refuerza la cohesión del equipo, al exponer a todos los trabajadores (veteranos y recién llegados) a situaciones similares. Compartir la vulnerabilidad en grupo genera empatía y fortalece las relaciones laborales.
Spiegel lleva años defendiendo que el miedo es una construcción mental. “El miedo solo existe en tu cabeza”, asegura, y añadie que “la mayoría no es real”. Para el empresario, enfrentarlo desde el principio permite liberar el potencial de cada persona, algo esencial para tener éxito en una compañía como Snapchat.