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Una mujer de 39 años deja enfermería para convertirse en mecánica y ganar 440,000 euros al año: "Era la forma más rápida de ganar dinero"

Desiree Hill, de 39 años, cambió la bata blanca por el mono de trabajo en un negocio que le genera más de 440.000 euros al año.


Desiree Hill
Desiree Hill es la fundadora y directora ejecutiva de Crown’s Corner Mechanic |CNBC
Francisco Miralles
Fecha de actualización:

A veces elegimos la profesión equivocada o más bien la que no se ajusta a nuestros intereses, pero si algo tiene la vida es que nos permite cambiar y adaptarnos. Algo así es lo que le paso a Desiree Hill, una mujer de 39 años que durante años trabajó como enfermera oncológica en el Northside Hospital Duluth, donde cobraba unos 40.000 dólares (unos 35.249,59 euros al cambio). Pero la exigencia emocional, los turnos largos y el tráfico de Atlanta hicieron mella en su vida personal. “No era feliz ni en mi carrera ni en mi vida personal”, recuerda. “Pasaba tres horas al día en el coche y, como madre soltera en ese momento, no veía a mis hijos”.

Ahora, Hill dirige Crown’s Corner Mechanic, un taller en Conyers, a pocos kilómetros de su casa. Su negocio ha duplicado ingresos respecto al año anterior y factura en torno a 70.000 dólares mensuales (unos 61.686,78), según datos revisados y publicados por CNBC Make It.

”No sabía de mecánica… aprendi en YouTube”

Hill empezó a arreglar coches en 2019 sin saber siquiera lo que era un cambio de aceite. Aprendió por su cuenta con vídeos en YouTube y con ayuda de su familia. “Aprendimos juntos”, afirma. “No solo tengo una familia en casa, tengo una familia aquí con mis empleados y otra con mis clientes”.

Desiree Hill reparando un motor
Desiree Hill reparando un motor | Foto: CNBC

Su primer coche fue una camioneta comprada por 1.200 dólares. Tras invertir apenas 60 y una hora de trabajo, la vendió por 4.000. “Compré tres coches más al día siguiente”, cuenta. “Era casi como una adicción. Fue precioso”.

Durante 15 meses compaginó el hospital con las reparaciones. Dormía poco: “Me quedaba despierta hasta las tres de la mañana arreglando coches y me levantaba a las seis para ir al hospital”.

En 2021 empezó a ofrecer servicios como mecánica a domicilio. Invirtió unos pocos miles de dólares en herramientas, una página web y publicidad. En seis meses, generó 13.000 dólares y documentó todo en TikTok, lo que atrajo a nuevos clientes.

Tras dejar de comprar y vender coches, Hill decidió alquilar una parte del taller de otro mecánico para poder centrarse exclusivamente en reparar vehículos por encargo. Durante ese periodo, aceptó un trabajo especialmente difícil que era arreglar una autocaravana que le llevó varios meses. El propietario del vehículo, al ver su dedicación y esfuerzo, le ofreció prestarle 10.000 dólares para que pudiera abrir su propio taller. “Me lo ofreció sin intereses, pero yo insistí en devolverlo con un 10 % de interés”, recuerda Hill. Ambos firmaron un contrato a tres años, aunque logró saldar la deuda en tan solo 18 meses.

Desde septiembre de 2023, alquila un local de más de 800 metros cuadrados por 6.566 dólares al mes. Comparte el espacio con otros tres profesionales que contribuyen al pago del alquiler. “Ha sido la decisión más inteligente que he tomado”, resume.

“Cada vez que hablo, tengo que impresionar”

Explica que TikTok ha sido clave para atraer clientela, ya que tiene más de 120.000 seguidores, y reconoce que “si TikTok desapareciera de un día para otro, sería devastador para mi negocio”. Este año quiere alcanzar un millón de dólares en ingresos, aunque todavía por debajo del promedio nacional. Según PartsTech, un taller con ocho bahías, como el suyo, suele facturar unos 1,6 millones.

Ahora estudia adquirir el edificio, valorado en unos 4 millones, lo que le permitiría reinvertir más tanto en el negocio como en sus cinco empleados. También planea estudiar ingeniería mecánica mediante una modalidad online y flexible.

Ser mujer y baja de estatura (en la entrevista dice que mide 1,50 metros) le ha obligado a demostrar su valía. “Hay personas que entran aquí y no saben que soy la dueña... y se quedan atónitas. Solo por cómo me veo”, relata. “Entonces les explico el problema del coche con todo detalle antes de que puedan hacerme otra pregunta. Cada vez tengo que impresionarles con mis conocimientos”.

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