
Cuando trabajas de cara al público es normal presenciar todo tipo de escenas que, fuera de contexto, podrían pasar por capítulos de una comedia absurda. Pero lo cierto es que estas situaciones son el día a día de miles de trabajadores del sector servicios. Así lo demuestra Nerea, una joven camarera que ha querido despedirse de su empleo en hostelería compartiendo en TikTok (@nereaexplora) los cinco momentos más surrealistas que ha vivido en apenas cuatro meses detrás de la barra.
Con tono irónico, pero sincero, Nerea asegura que ha llegado a recopilar todas estas situaciones porque, aunque cueste creerlo, ocurrieron de verdad. “Estas personas existen”, repite en su vídeo. Y lo más inquietante: “Tienen derecho a voto”.
”Estas personas existen… y tienen derecho a voto”
En su lista no podía faltar ese cliente que, al no saber su número PIN, arremetió contra ella como si se tratara de una conspiración tecnológica en su contra. “Se enfadó conmigo porque la máquina le pedía el número… y él no se lo sabía”, cuenta Nerea. La lógica inversa al poder.
Otro momento antológico lo protagonizó una clienta que pidió patatas fritas, pero protestó cuando descubrió que, efectivamente, estaban fritas. “En aceite”, puntualiza Nerea, como si eso fuera un escándalo gastronómico. A veces, la cocina tradicional se vuelve motivo de reclamación.
También cuenta la llamada perdida que desató el enfado de otra clienta que quiso dejar una queja formal porque no le respondieron el teléfono un domingo. Cuando Nerea le explicó que ese día el restaurante estaba cerrado, la mujer consideró que eso no era excusa suficiente. “Dice que eso no justifica que no se le coja el teléfono”, relata entre incrédula y divertida.
En el cuarto puesto, un clásico según Nerea y es, el cliente que asegura que ese es el peor restaurante del mundo. ¿El motivo? El plato de salmón “sabía demasiado a salmón”. Un exceso de realismo culinario que, por lo visto, fue imperdonable para su paladar.
Y el gran final lo pone su anécdota favorita. Una clienta quiso denunciarla a la policía por “intento de asesinato” porque pidió por Uber Eats una ensalada italiana que llevaba atún y anchoas, ingredientes que detesta. Según esta señora, eso es imposible: ella ha estado en Italia y las ensaladas italianas no llevan pescado. Por tanto, deduce que Nerea lo ha hecho a propósito: “Es todo una conspiración mía para matarla”. Para finalizar entre risas dice que “efectivamente, estas personas existen, están entre otos y tienen derecho a voto”.