
El economista Santiago Niño Becerra ha cuestionado el enfoque habitual de la natalidad en España, señalando que el problema no es el bajo número de nacimientos, sino a la baja productividad y una esperanza de vida disparada.
Así lo ha expresado a través de sus redes sociales, en respuesta a un artículo en el que se analizaba el declive de la natalidad. El profesor de Estructura Económica en el Instituto Químico de Sarriá de la Universidad Ramon Llull de Barcelona ha sido claro: “el problema no es de baja natalidad, sino de baja productividad”
Niño Becerra asegura que “en un entorno en el que la esperanza de vida se ha disparado gracias a la sanidad pública y donde cada vez va a ser mayor el excedente de población activa debido a la tecnología”, el número de nacimientos deja de ser una variable determinante.
Según su análisis, el crecimiento demográfico ha dejado de ser sinónimo de progreso económico y lo prioritario sería adaptar el sistema productivo y social a estas nuevas condiciones.
Una advertencia que se lleva viendo desde hace décadas
Para Niño Becerra, lo peor es que “todo esto se estaba viendo desde los años 80, pero no se ha hecho nada”. A su juicio, las advertencias sobre el envejecimiento poblacional y la transformación tecnológica eran evidentes, pero no se ha actuado al respecto
Para el economista, la baja natalidad no puede entenderse fuera del contexto socioeconómico actual, y ante la pregunta “¿falta natalidad?”, su respuesta es que “en España la tasa de riesgo de pobreza infantil es del 33% y la de paro juvenil del 26%”. Unas cifras que, lejos de alentar a formar una familia, está retrasando cada vez la edad en la que los españoles tienen hijos, y el número de ellos que deciden tener e incluso pueden mantener.