La abuela Conchi dejó como herencia a su nieto una bonita pulsera de oro. Hasta aquí, todo normal. Una historia de una señora mayor que fallece y busca dar a su heredero ese golpe de suerte que todos esperamos. Precisamente eso, inesperado, fue lo que le pasó cuando la llevó a tasar a una joyería, porque lo que iba a suponer cobrar una fortuna se quedó en un intento.
La joyería catalana Novecento by Heritage, que es conocida en la red social Tiktok por sus vídeos sobre tasaciones de oro y piedras preciosas, fue la encargada de dar un disgusto a este joven que esperaba saldar sus deudas, y mejorar sus condiciones de vida. Cerca de 10 millones de personas han visto (y muchas de ellas comentado) esta grabación que se ha hecho viral rápidamente.
El cliente entra en la joyería confiado y le explica al joyero “a mi abuela Conchi le gustaba mucho el oro y estoy 100% seguro de que esto es oro”. Convencido de que el oro es la inversión más segura a día de hoy, ya que ha disparado su precio, espera con paciencia a que el experto dé su veredicto.
“Lo lamento, pero esto no es oro”
Desde el principio, el dependiente encuentra algo raro en aquella pulsera. “Pesa poco”, le dice. Aunque él sabía desde el primer momento, debido a su experiencia, que el metal no era oro, quiso explicarle un poco. Le señaló que existía una ausencia de contraste en la pieza que incrementaba aún más las sospechas de que pudiera tener muy poco valor.
Pero la abuela Conchi seguía pesando y el cliente le dice “bueno, pero no sé, se podría echar algún líquido o algo” esperando que sucediera el milagro que transformase un metal en oro.
Luego, cuando ya está todo claro después de haber realizado las pruebas, llega la realidad. “Lo lamento, pero no es oro”. El cliente sigue sin creerlo y pide que “vuelva a pasar la prueba” por si hubiera alguna opción de fallo. “100%, es una prueba, no una cuestión mía”, termina diciendo el joyero.
“Mi abuela me engañó toda mi vida”
Además de acumular miles de visualizaciones, muchos tiktokers han demostrado su empatía con el heredero defraudado. “Mis sueños de ser millonario se han terminado con este vídeo”, apunta uno. “Mi abuela me ha engañado toda mi vida”, señala otro. “Lo he olido, y huele a oro, ¿cómo has podido aguantar la risa?”.
Algunos señalan que la paciencia que tiene el dependiente con el cliente es sorprendente “vale más que la pulsera” destacando las habilidades en el trato al cliente. “Deberían explicar a los que no sabemos cómo se hace la confirmación”, concluye otro usuario.
