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Los expertos no esperaban encontrar un barco renacentista intacto a más de 2.500 metros en el fondo del Mediterráneo

Un descubrimiento bajo las aguas que aporta un nuevo capítulo a la historia marítima.


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Los expertos no esperaban encontrar un barco renacentista intacto a más de 2.500 metros en el fondo del Mediterráneo |Cerbere Tourisme
Francisco Miralles
Fecha de actualización:

En el corazón oscuro del Mediterráneo, allí donde la luz nunca ha penetrado y la presión es 250 veces mayor que la de la superficie, un equipo franco de arqueólogos y marinos ha encontrado una cápsula del tiempo. A 2.567 metros bajo las aguas de Saint-Tropez, yace el “Camarat 4”, un barco mercante del siglo XVI sorprendentemente intacto. Esto ha sido posible gracias a la tecnología más avanzada de la Armada Francesa y del DRASSM (Departamento de Investigaciones Arqueológicas Subacuáticas y Submarinas), que marcan así un récord para la arqueología subacuática en Francia.

En la primera visión del “Camarat 4”se ve un casco de treinta metros, apenas alterado por los siglos, rodeado por casi doscientas jarras cerámicas decoradas, barras de hierro y un cañón que aún vigila la bodega. El frío extremo y la ausencia de vida animal han preservado el pecio de una forma que los arqueólogos solo habían soñado. Las imágenes en alta definición, obtenidas por drones sumergidos equipados con cámaras 4K, muestran detalles como fibras vegetales aún adheridas a las barras de hierro, testimonio silencioso de las técnicas contra la corrosión de hace quinientos años.

Este descubrimiento es una ventana directa a la economía, la tecnología y las rutas comerciales del Renacimiento mediterráneo. Las cerámicas, decoradas con flores, cruces y el acrónimo “IHS”, revelan tanto creencias religiosas como rutas mercantiles. La presencia de hierro (material estratégico en aquella época) sugiere que este navio fue utilizado en las redes comerciales europeas.

El barco mejor conservado a tal profundidad

Hasta ahora, la exploración de barcos históricos a tales profundidades era considerada casi ciencia ficción. La presión y la oscuridad hacían del fondo abisal un territorio prohibido para arqueólogos. Aun así, la operación franco-militar, bautizada como “Camarat 4”, ha logrado mapear y empezar a recuperar piezas de un pecio de quinientos años sin que un solo buzo se acerque al lugar.

Aunque existen pecios (barco naufragado o restos hundidos bajo agua) localizados a mayor profundidad, como el USS Samuel B. Roberts a casi 7.000 metros en el Pacífico, el hallazgo francés sobresale por algo único y es que es el primer barco renacentista tan bien conservado encontrado a tanta profundidad en Europa, lo que une un reto tecnológico con el acceso directo a nuestro pasado mediterráneo.

Ahora, no todo son buenas noticias, ya que al parecer y según informa Cerbere Tourisme, alrededor del pecio, los arqueólogos han encontrado residuos plásticos, redes y latas modernas: testigos mudos de la presión humana incluso en los lugares más remotos. De esta forma, el descubrimiento nos deja un mensaje claro y es el de preservar y proteger tanto el patrimonio histórico como el medio ambiente submarino.

Una nueva forma de exploración acuatica

El “Camarat 4” no solo es un hallazgo aislado. Representa el inicio de una nueva era en la arqueología subacuática, donde la robótica y la inteligencia artificial permitirán explorar territorios antes vedados. Cada jarra recuperada, cada fragmento de hierro, se convierte en una pieza más para reconstruir la compleja red de intercambios que fue el Mediterráneo en tiempos del Renacimiento.

“El Mediterráneo aún guarda secretos insospechados, y estamos apenas arañando la superficie”, señalan los investigadores del DRASSM. Francia, gracias a su infraestructura y experiencia en la exploración abisal, lidera una carrera donde el conocimiento del pasado y la tecnología del futuro avanzan de la mano.

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