
Chefchaouen, más conocida como la ciudad azul, es uno de los lugares más mágicos para visitar en Marruecos. Es ideal para una escapada llena de encanto y lugares únicos. Es muy fácil llegar desde España y tanto los vuelos como el alojamiento son muy económicos si se planifica con el tiempo suficiente.
Esta localidad fue fundada en el siglo XV por bereberes y fue refugio de moriscos y judíos cuando los Reyes Católicos tomaron Granada. Y, aunque difiere mucho de la cultura española, la ciudad azul transmite cierto aire hogareño, ya que algunas de sus calles están en español.
Cómo llegar a Chefchaouen desde España
Llegar a Chefchaouen desde España es más sencillo de lo que parece. Lo único que hay que hacer es volar a Tánger, y desde allí coger un autobús, un taxi o desplazarse cómodamente en un coche de alquiler. Desde el aeropuerto a Chefchaouen hay unos 115 kilómetros, lo que supone unas dos de viaje.
Hay muchas alternativas para volar a Tánger desde España, ya que hay vuelos directos y económicos desde Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Málaga. También se puede llegar a Tánger en ferry desde varios puntos de la costa de Andalucía, ya depende de las preferencias de cada viajero y de su lugar de partida.
Qué saber antes de viajar a Chefchaouen
Viajar a la ciudad azul puede llegar a ser una experiencia única en la vida, sobre todo para aquellas personas amantes del arte y la fotografía. Pero para que este viaje sea un éxito, es recomendable seguir algunas recomendaciones, como viajar con seguro médico y tener a mano los números de emergencia de los organismos locales. Así nos aseguraremos de disfrutar las vacaciones.
Es fundamental respetar la cultura local, que difiere y mucho con la española. Es bueno interesarse por ella y tener nociones básicas para no ofender a ninguno de los lugareños. Hay que tener en cuenta que, pese a la cercanía, estamos fuera de Europa y que hay grandes diferencias en casi todos los ámbitos.
También se recomienda ser selectivo con la comida y con el agua para evitar problemas estomacales. Lo mejor es beber siempre agua embotellada y consumir alimentos de lugares de confianza. Y, aunque no hay motivos para viajar con miedo, siempre es bueno estar alerta en lugares concurridos ante el riesgo de carteristas.
Qué ver en Chefchaouen
Gran Mezquita. Fue construida en el siglo XVI durante el reinado del Príncipe Mohamed El Rached, y es considerada uno de los lugares más bonitos de todo Chefchaouen. Está junto a la Plaza Uta al-Hamman, la más concurrida de la zona. Solo pueden entrar los musulmanes, pero su interior es digno de admirar.
Kasbah. Es una fortaleza del siglo XV que se levantó para proteger la ciudad de los ataques portugueses. Aquí sí que pueden entrar los turistas, para disfrutar de precioso jardín repleto de fuentes y los senderos que llevan hasta el Museo Etnográfico que hay en el antiguo palacio.
Plaza el Houta. Esta es, probablemente, la plaza con más encanto de toda la ciudad. Con su imponente fuente en el centro, es uno de los rincones en los que merece la pena pararse a disfrutar de su paz y tranquilidad, además de conseguir unas fotos espectaculares.
Mezquita Blanca. Siguiendo la ruta desde la plaza por una de sus callejuelas empedradas se llega hasta la mezquita blanca Bab Al Souk, cuyo minarete blanco visible desde la mayor parte de la Medina.
Avenida Hassan II. Si quieres conocer la esencia de la ciudad azul lo mejor es que recorras esta avenida, que destaca tanto por ser la más comercial de la zona, como por su personalidad. Es una de las calles más amplias y está conectada con un montón de callejuelas llenas de flores y con paredes azules.
Callejón el Asri. Esta es una de las callejuelas que sale directamente de la Avenida Hassan II. Es una estrecha calle que han hecho famosa todos los influencers que no han dudado en sacarse una espectacular foto en este rincón de Chefchaouen, rodeados de macetas, cuadros y un bonito arco que da entrada a una de las casas de la calle.
El Callejón Azul. Otro de los rincones que encontrarás recorriendo la Avenida Hassan II. Esta totalmente pintado de azul y, si vas a hora punta, hay una larga cola para conseguir la foto perfecta en uno de sus escalones.
Patio privado del té. Este es, sin duda, uno de los sitios más espectaculares de la ciudad. Realmente parece sacado de un cuento. Por eso, mientras que el resto de lugares son gratuitos, para entrar al patio privado tendrás que pagar 5 dirhams al propietario, que son algo menos de 50 céntimos.
Cuesta del Granadino. Aquí podrás encontrar varias tiendas de artesanía local, puestos de zumos y todo tipo de productos locales que seguro querrás conservar como un recuerdo único.
Excursiones cerca de Chefchaouen. Aunque la ciudad azul es cautivadora por si sola, se recomienda aprovechar el viaje para salir a visitar las cascadas de Akchour, el puente de Dios, la cueva de Knadel y la cordillera del Rif. Para ello lo mejor es reservar las rutas con tiempo.
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