
El Servicio de Salud de Castilla La Mancha (SESCAM) tendrá que pagar más de 100.000 euros a la familia de un hombre de 41 años, que murió tras un diagnóstico tardío de cáncer. El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Albacete ha condenado a la Sanidad castellano-manchega por el fallecimiento de este paciente, al que detectaron un cáncer de esófago un año después de que acudiera por primera vez al hospital.
El fallecido (M.M.S.) ya había ido en otras ocasiones a varios centros sanitarios, donde, como señala la sentencia, no le realizaron las pruebas necesarias para diagnosticar su enfermedad. Ha sido la asociación Defensor del Paciente quien ha representado a la familia del enfermo y en un comunicado han explicado que la primera visita de M.M.S al hospital se remonta al 9 de julio de 2020. Al llegar al hospital de Albacete le dijo a los médicos que tenía vómitos continuados de color negro y otros síntomas graves.
Entonces, los médicos le hicieron una gastroscopia. Una vez que tuvieron los resultados, vieron una esofaguitis (inflamación del esófago) por reflujo en grado D. Y aunque comenzó un tratamiento, el paciente no mejoraba. Fue varias veces a urgencias y a su médico de cabecera, manifestando síntomas digestivos, dolor de cadera, anemia y bajada de peso. Pero no le hicieron otra vez la gastroscopia.
En 2021, un año más tarde, le dieron el diagnóstico de cáncer
El 28 de abril de 2021, tras el agravamiento de los síntomas, los doctores comenzaron a investigar qué estaba pasando. Realizaron una endoscopia digestiva que fue la que reveló la presencia de un adenocarcinoma de estómago. Este cáncer afecta en España a 8 de cada 100.000 hombres y a 1 de cada 100.000 mujeres.
La tasa de supervivencia, según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, está entre el 20% y el 47% en 5 años y por eso es fundamental que el diagnóstico se haga de forma temprana. En este caso, fue un año más tarde de que el paciente acudiera a urgencias con los primeros síntomas, por lo que encontraron que había metástasis en fase avanzada.
Una vez presentada la denuncia, el juzgado señaló que estaba “debidamente acreditada” la vulneración de la “lex artis por parte de los servicios médicos” y que no se siguieron las pautas para llevar a cabo el seguimiento y diagnosis que hubiera necesitado.
El fallo estuvo en no repetir la gastroscopia a los 3 meses. Precisamente esto “provocó la evolución de la enfermedad desde una fase localizada a una metástasis avanzada”.
El juzgado concedió el 100% de la indemnización solicitada
El Servicio de Inspección de Servicios Sanitarios del SESCAM confirmó en febrero de 2024 que existió una negligencia médica. Pero recomendaba que se bajase la indemnización al 41% de lo solicitado al considerar que hubo una pérdida de oportunidad terapéutica.
Pero la demanda que puso la familia fue apoyada por la Justicia, por lo que consiguieron cobrar el 100% de la indemnización solicitada. “No podemos considerar que nos encontramos ante un daño antijurídico consistente en la pérdida de oportunidad, sino ante un daño antijurídico causado por una mala praxis en la asistencia médica recibida”, señaló el juzgado.
Esto es, que ahora la familia (madre y hermanos) cobrarán 116.845 euros más intereses por la negligencia médica.
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