Logo de Huffpost

Cuidado si ves este agujero en tu jardín puede ser un nido de serpientes: qué hacer

Los expertos advierten que el miedo infundado lleva a matar serpientes inofensivas y a destruir la biodiversidad. No todas son peligrosas, pero saber identificarlas.


agujero en el jardín
Cuidado si ves este agujero en tu jardín puede ser un nido de serpientes: qué hacer |iStock
Francisco Miralles
Fecha de actualización:

Un simple agujero en el jardín puede desatar el pánico en cuestión de segundos. La sospecha de una serpiente acechando bajo tierra activa la alarma en cientos de casas cada verano, pero la realidad es que la mayoría de los túneles y madrigueras que aparecen entre las flores y el césped tienen explicaciones mucho más mundanas. El problema es que el desconocimiento y el miedo pueden acabar en errores irreversibles, ya que matar a un animal inofensivo y romper el frágil equilibrio natural del jardín.

No todo orificio esconde un peligro. El subsuelo de cualquier jardín es un laberinto de actividad. Topos, ratones de campo, insectos excavadores y otras especies compiten por abrir túneles, cada uno con su forma y función. Pero las serpientes, a diferencia de la creencia popular, no excavan. Prefieren apropiarse de túneles ya abandonados o madrigueras hechas por otros. Si un agujero está protegido por maleza, cerca de piedras o montones de leña, es más probable que sirva de escondite ocasional que de residencia fija.

Hay señales que no engañan. Si al inspeccionar el terreno ves escamas mudadas, huellas sinuosas en la tierra o excrementos negros con puntas blancas, la visita de una serpiente es posible. Otro detalle: su actividad se dispara al amanecer y al atardecer, los momentos perfectos para una revisión rápida—siempre con guantes y sin perder la calma.

El gran error es matar primero y preguntar después. En España, las mordeduras de serpiente en jardines son un fenómeno excepcional, ya que apenas se registran entre 100 y 150 ingresos hospitalarios al año por este motivo en todo el país, y los casos mortales son extremadamente raros, según datos de Fisterra.

La mayoría de los reptiles que puedes encontrar entre rosales y setos (como la culebra de collar o la bastarda) son completamente inofensivos para el ser humano y están protegidos por la ley según el listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Real Decreto 139/2011). El miedo, sin embargo, lleva a muchos a exterminarlas o recurrir a métodos agresivos, un gesto que se vuelve en contra del propio jardín. Sin serpientes, las plagas de ratones y ranas se disparan y el ciclo natural se rompe.

¿Qué hacer si crees que tienes una serpiente?

La primera regla es no convertir el jardín en un campo de batalla. La prevención más eficaz es la más sencilla. Retira los montones de leña, mantén la maleza a raya y apuesta por repelentes naturales como la menta, la canela o el clavo. Nunca intentes atrapar o matar a la serpiente por tu cuenta. Ante la duda, lo sensato es llamar a un profesional, especialmente si no puedes identificar la especie o sospechas que es peligrosa.

¿Por qué eligen tu jardín? La respuesta está en el desorden y la abundancia de presas. Un jardín descuidado, con rincones húmedos y comida fácil, es un paraíso para cualquier reptil en busca de refugio. Lejos de ser una amenaza, muchas serpientes ayudan a mantener a raya plagas que sí pueden dañar a personas y cultivos.

La convivencia es posible si se conoce el terreno y se actúa con sensatez. El verdadero peligro no son las serpientes, sino el desconocimiento. Un agujero en el suelo puede ser solo eso, pero ante la duda, siempre es mejor informarse antes de actuar. Porque en la naturaleza del miedo se esconde el riesgo de perder a nuestros mejores aliados invisibles.

Archivado en