El Banco de España lanza un importante aviso sobre todas las hipotecas

Alerta para aquellos que tengan contratada una hipoteca de tipo variable o estén pensando en hacerlo. Estas, dependientes de un euríbor que se ha situado después de más de seis años en números positivos, se van a endurecer, tal y como se ha encargado de avisar el Banco de España (BdE) a través de un comunicado.
 
Todo ello, después del anuncio del Banco Central Europeo (BCE) de subir los tipos de interés generales para tratar de frenar la subida de precios provocada por la inflación. Un escenario que no se contemplaba desde hace once años, en el que el máximo organismo económico continental avanzó una primera subida de 25 puntos básicos para julio, y otra, aún sin especificar, para el mes de septiembre. 

¿Qué consecuencias tendrá la subida de tipos del BCE?

Los que cuenten con una hipoteca variable tendrán que soportar una mayor “carga financiera”, previene a los bolsillos de los españoles el BCE, ya comprometidos por la subida histórica de los costes de productos y servicios de primera necesidad, como la luz o los carburantes.
 
Esta medida del BCE provocará no solo que se endurezcan las condiciones de las hipotecas variables, que se revisan cada ciertos meses para actualizarse al euríbor, también de las fijas, aunque más a largo plazo, y de los créditos en general. En otras palabras, como las hipotecas variables dependen del euríbor, el tipo de interés básico en los créditos hipotecarios, y este está subiendo, van a costar más. 

¿Cuánto subirán las hipotecas?

Tomando como referencia una hipoteca de 150.000 euros a 20 años con un diferencial de euríbor +1%, 50 euros mensuales más. En otras palabras, 600 euros anuales más. El euríbor que está y el que viene será mayor que el que se establece en las hipotecas fijas. Así lo evidencia la plataforma comparadora financiera ‘HelpMycash’: la mayoría de las hipotecas firmadas entre 2011 y 2015 superarán el 1,5% de interés fijo que se ofrece en la mayoría de los bancos.
 
Hay que tener en cuenta, además, que casi la mitad de las hipotecas firmadas el pasado año han sido de tipo de variable. “Si los costes monetarios aumentan, lo normal es que esto se traslade a los costes de financiación de hogares y empresas. Es bastante inevitable que se acabe trasladando”, apunta Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del BdE.
 
“En España, las condiciones de financiación han comenzado a ser menos holgadas en los últimos meses y, previsiblemente, podrían experimentar un tensionamiento adicional en el futuro más próximo”, puntualiza, por su parte, el comunicado del BdE. La tendencia evidencia que cada vez se firman menos hipotecas variables. Entre 2014 y 2015, el 90% de las que se firmaron eran de este tipo. Esto quiere decir que prefiere pagarse más, como sucede en las fijas, pero, a cambio, obtener más seguridad al saber siempre lo que se va a pagar.