Cuando veas una bolsa negra colgando de los árboles, anda con cuidado y distánciate de los árboles, ya que son una señal de advertencia. Estas bolsas de color negro son una forma eficaz de controlar la oruga procesionaria del roble, que amenaza los troncos de árboles en nuestros parques y jardines cada verano.
No intentes quitarlas, ni te acerques al árbol que la tiene, simplemente evita andar por esa zona. Estas bolsas cada vez son más comunes, sobre todo en el paso de la primavera al verano, época en la que este insecto invade todo tipo de zonas verdes en ciudades y pequeñas localidades. Ya vimos el daño que esta pequeña oruga puede causar en nuestro perro cuando paseamos con él, pues ahora también sabemos que afecta a las plantas y arbustos.
¿Cómo pueden controlar a las orugas unas bolsas negras?
Las bolsas negras que se colocan alrededor de los árboles son trampas ecológicas para controlar la oruga procesionaria del roble. Con ellas se evita el uso de los clásicos pesticidas químicos, que pueden dañar la vida del árbol. Estas trampas utilizan feromonas para atraer a las orugas a través de una pequeña abertura. Una vez dentro, quedan atrapadas en una cámara oscura.
El calor del sol eleva la temperatura de la bolsa, secando y eliminando a las orugas sin necesidad de productos tóxicos. Este método protege tanto el medio ambiente como a otros animales e insectos.
Por qué es peligrosa la oruga del roble
Las orugas tienen unos pelos muy pequeños que son urticantes, sino que se lo digan a los pobres perretes, y estos pueden causar picazón, erupciones e incluso problemas respiratorios si entran en contacto con la piel o se inhalan.
Si alguien los ha tocado sin querer o se le ha pegado una de estas orugas sin darse cuenta, se recomienda lavar bien la piel, el cabello y la ropa, y acudir al médico si los síntomas continúan. Para garantizar su eficacia, las bolsas suelen lastrarse con arena para que el viento no las desplace.
Lo que hacen en otros países contra la oruga
En Colonia (Alemania), la plaga ha afectado seriamente a parques y árboles. Las autoridades emplean tanto fumigaciones en carretera como trampas mecánicas como las bolsas negras. La combinación de métodos es actualmente la estrategia más efectiva.
En las zonas afectadas, la colaboración entre autoridades, trabajadores municipales y vecinos es clave para educar, prevenir y reducir el impacto de esta plaga.
Aunque sigue siendo un reto, el uso de métodos naturales como las bolsas negras ofrece una alternativa prometedora frente a los tratamientos químicos, favoreciendo la protección de la salud pública y del medio ambiente.
