
Los casi 30.000 trabajadores del metal en la provincia de Cádiz han comenzado este miércoles una huelga de dos días, tras fracasar las negociaciones sobre la renovación de su convenio colectivo. Este conflicto podría agravarse a partir del lunes 23 de junio, cuando la huelga se convierta en indefinida si no se alcanza antes un acuerdo entre sindicatos y patronal.
La última reunión entre las partes, celebrada este martes en el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales (SERCLA), apenas duró dos horas y terminó sin resultados, tras rechazar los sindicatos la propuesta de la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Cádiz (FEMCA).
Pedro Lloret, responsable de Industria en CCOO Cádiz, confirmó que la huelga sigue adelante por la “postura inaceptable e inamovible” de la patronal. Lloret explicó que acudieron al encuentro “con voluntad de alcanzar un convenio justo”, pero consideraron insuficientes las ofertas de la FEMCA.
Las razones de la huelga
Entre los principales motivos que han provocado la huelga están la creación de un nuevo contrato de ingreso con salarios inferiores al resto de trabajadores, la restricción del complemento salarial por toxicidad y penosidad únicamente a empresas que cuenten con más de 100 empleados, y una regulación del contrato fijo-discontinuo que consideran insuficiente.
Por su parte, la patronal FEMCA defendió que la oferta presentada cumplía “ampliamente con las demandas sindicales”, incluyendo una subida salarial del 3% en 2024 con efectos retroactivos, y del 2,8% para 2025, además del compromiso de actualizar los salarios conforme al IPC hasta el año 2030.
El secretario general de FEMCA, José Muñoz, aseguró que esta huelga es “innecesaria” y afirmó que la patronal no puede ceder más sin comprometer la viabilidad de las empresas. “Si las empresas no sobreviven, tampoco lo harán los empleos”, insistió.
Primer día de protestas con cortes de tráfico y manifestaciones
Desde primera hora de la mañana, los trabajadores protagonizaron movilizaciones en varios puntos estratégicos, afectando la circulación en accesos importantes a la ciudad de Cádiz, como los puentes de entrada y salida, así como en zonas industriales clave como el polígono TecnoBahía en El Puerto de Santa María, la refinería Moeve en San Roque y la planta de Acerinox en Los Barrios.
En Cádiz capital, cientos de trabajadores recorrieron improvisadamente la avenida principal al grito de “Ni un paso atrás en la lucha del metal”, reivindicando un convenio digno.
Recuerdo del conflicto de 2021
Este conflicto laboral ocurre tres años y medio después de la histórica huelga del metal de noviembre de 2021, que se prolongó nueve días y dejó imágenes impactantes, como enfrentamientos con antidisturbios e incluso la presencia de una tanqueta policial.
Antonio Montoro, secretario de FICA UGT Cádiz, reconoció la sensibilidad del momento actual y aseguró que el objetivo de los trabajadores no es estar en la calle, sino lograr “un buen acuerdo”. En este sentido, recordó la importancia estratégica del metal, que concentra alrededor de 3.000 empresas y representa aproximadamente el 11% del PIB provincial.
“Sabíamos que sería difícil llegar a un acuerdo, pero necesitamos alternativas claras para negociar”, destacó Montoro, quien insistió en que esta patronal “no debe volver a gestionar este convenio colectivo”.
De momento, la situación permanece bloqueada, y todo indica que si no hay avances en los próximos días, la provincia gaditana podría afrontar un nuevo periodo prolongado de conflictividad laboral en uno de sus sectores clave.