
Jules es un niño de 5 años con altas capacidades (Alto Potencial Intelectual, PAI) que ha comenzado a asistir a clases en la Escuela Primaria Cyrano en Niza (Francia). Allí están especializados en los pequeños que destacan por tener un alto coeficiente intelectual, lo que antes se llamaban superdotados, que sorprenden tanto a sus compañeros como a los maestros. En muchas ocasiones estos niños se sienten aislados, incomprendidos y el único lugar en el que se sienten seguros es en su casa.
Según Le Figaro, el caso de Jules no es el único. Permaneció mudo, completamente callado durante sus 3 años en la Escuela Infantil (Jardín de Infancia) donde los temas que se trataban le parecían demasiado básicos. La directora del colegio al que asiste ahora, Mariette Bousquet, ha explicado que “estos niños desarrollan un vocabulario rico y una gran comprensión desde muy temprano, con un coeficiente intelectual alto, en su índice de comprensión verbal, encontramos una media de 135”.
Sus padres explicaron que no leía bien, aunque demostró tener otras habilidades como el habla. “Se expresaba de manera estructurada desde muy temprano”, y por eso necesitaban una solución.
Sorprendió al maestro con una frase sobre animales
Cuando el niño llegó a la escuela, el maestro le recibió con una charla sobre animales. En ella, explicaba a los alumnos los sonidos que hacían dependiendo de la especie. Y al pequeño Jules hubo algo que no le cuadraba. Para empezar, le dijeron que el dinosaurio era un dragón, pero luego, le explicaron que el tigre ruge.
“Él sabía que un perro ladra, que el gato maúlla, y que el tigre no ruge sino que silva”, explicó la directora del colegio. “Así que cuando empezó la charla sobre animales, desconectó porque no le veía sentido a responder y ni siquiera se lo encontraba a hablar”. “Se encerraba en sí mismo, no respondía, no hablaba, no estaba cómodo porque no le entendían”.
En una primera toma de contacto con la familia, el equipo docente se dio cuenta de que el comportamiento del niño en su casa era diferente. “Nos hacía preguntas, era curioso y hablaba sin parar”.
Los niños superdotados se encierran en sí mismos
Cuando se sienten incomprendidos, los niños con altas capacidades se encierran en sí mismos. “Tienen un lenguaje tan complejo que cuando no encuentran a nadie a quien responder, se encierran, se dan por vencidos. ¿Para qué van a practicar tanto si luego les hablan como un bebé?”
Ahora en la escuela primaria “está hablando, y aunque sabemos que es un proceso lento, estamos avanzando”.