Un fontanero encuentra 2,3 millones de euros en monedas de oro en una villa y el Estado dice que “el tesoro debe dividirse con el dueño del terreno”

En las reformas de casa uno espera encontrar cañerías rotas o cables antiguos, pero lo que nadie imagina es toparse con un tesoro escondido bajo el suelo y que este pueda hacerte millonario. Eso fue lo que le ocurrió a un fontanero en Viena, que durante unas obras en una villa descubrió por accidente una caja con monedas de oro valoradas en 2,3 millones de euros. El descubrimiento ha sido catalogado como uno de los más sorprendentes en Austria en los últimos años. Ahora, esta alegría iba a durar poco para este fontanero, ya que la ley austríaca obliga a compartir el tesoro con el propietario del terreno, y exige notificar de inmediato a las autoridades competentes para su evaluación.

Al parecer, el descubrimiento se produjo en el distrito vienés de Penzing, durante unas reformas en una villa antigua. Según explica el medio local Heute, un trabajador de la obra, a quien se ha identificado bajo el nombre de Tobías, vio una cuerda sobresaliendo del suelo del sótano, a la que no le dio importancia alguna. Al día siguiente, un fontanero que acudió a la obra para una inspección se fijó en el mismo detalle y por curiosidad empezó a tirar de la cuerda. No consiguió moverla, así que tomó una pala y comenzó a excavar.

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“En cuestión de minutos apareció una caja metálica incrustada en el suelo”, cuentan algunos testigos allí presentes. Al abrirla, el asombro fue inmediato, ya que en su interior había 30 kilos de monedas de oro perfectamente conservadas. “Llevo trabajando en la construcción desde los 15 años. A veces aparecen monedas antiguas, pero algo así es único”, dijo Armin, uno de los trabajadores presentes en el momento del hallazgo.

El 50% es propiedad del dueño del terreno

Según expertos, el valor estimado de todo el oro encontrado rondaría los 2,3 millones de euros. Aun así y lejos de poder celebrar este golpe de suerte, el fontanero deberá ahora enfrentarse a lo que dicta la legislación austriaca, ya que según los artículos 398 y siguientes del Código Civil General Austríaco (ABGB), este tipo de hallazgos debe dividirse al 50% entre quien lo encuentra y el propietario del terreno.

La normativa, que contempla los casos de “objetos de valor escondidos durante tanto tiempo que no se puede determinar a quién pertenecían”, los considera oficialmente como tesoros, lo que activa este sistema de reparto obligatorio. “El buscador y el dueño del terreno reciben cada uno la mitad”, establece la ley de forma clara.

El incidente ha generado todo tipo de reacciones entre los trabajadores de la obra. Tobías, que ignoró la cuerda cuando la vio por primera vez, no pudo evitar expresar su frustración. “Si hubiese tirado de ella en ese momento, ahora sería yo el que estaría recibiendo esa recompensa”, confesó al medio Heute. Pero, como exige la ley, todo hallazgo arqueológico o de valor histórico debe ser comunicado sin demora a las autoridades, como la policía o la Oficina Federal de Monumentos.

Mientras se determina cómo y cuándo se repartirá el oro, y si existe algún elemento con valor patrimonial que impida su comercialización, lo cierto es que el fontanero ya ha pasado a la historia local. Lo que empezó como una intervención rutinaria para revisar las instalaciones de una casa, terminó siendo un episodio digno de película: un hombre que, por pura casualidad, encontró un tesoro escondido bajo sus pies.