Logo de Huffpost

Polonia descubre el mayor yacimiento de petróleo de su historia, uno de los más grandes de Europa y amenaza la hegemonía de Rusia

El descubrimiento en el mar Báltico coloca a Varsovia como el nuevo protagonista energético, desafiando así la dependencia del crudo ruso. De confirmarse, la producción nacional podría multiplicarse por diez.

Planta petrolífera
Polonia descubre el mayor yacimiento de petróleo de su historia, uno de los más grandes de Europa y amenaza la hegemonía de Rusia |Envato
Francisco Miralles
Fecha de actualización:
whatsapp icon
linkedin icon
telegram icon

Polonia acaba de descubrir un nuevo yacimiento de petróleo frente a la costa del Báltico, que no solo duplica sus reservas de crudo de la noche a la mañana, sino que amenaza con alterar los equilibrios de poder en un continente lastrado por su dependencia de Rusia y los precios al alza. De esta forma, da un golpe sobre la mesa en cuanto a la energía europea se refiere.

Tal y como explica Central European Petroleum (CEP), la compañía al frente de la exploración, se trata del mayor yacimiento de hidrocarburos jamás descubierto en Polonia y uno de los más grandes de Europa en los últimos diez años. Según las primeras estimaciones, el pozo Wolin Este 1, perforado a apenas seis kilómetros del puerto de Swinoujscie, alberga 22 millones de toneladas de crudo recuperable, lo que equivale a 150 millones de barriles y unos 5.000 millones de metros cúbicos de gas natural de calidad comercial. Ahora bien, el verdadero potencial está en la concesión completa, que abarca 593 kilómetros cuadrados y podría alcanzar los 33 millones de toneladas de petróleo (240 millones de barriles) y 27.000 millones de metros cúbicos de gas.

Esto supone una buena noticia para el país polaco, al menos en cuanto a los económico, ya que ahora mismo la producción nacional apenas ronda hoy los 18.000 barriles diarios (una gota en el océano europeo y mundial). Para que lo entendamos un poco mejor, hasta ahora Polonia contaba con unas reservas probadas de 20,2 millones de toneladas (147 millones de barriles) según los últimos datos oficiales de 2023. Con este nuevo descubrimiento, no solo duplicaría el volumen, sino que también garantizaría el consumo interno de petróleo del país durante, al menos, un año entero.

Esta noticia es importante, ya que llega en un momento donde los precios de la energía comienzan a dispararse a lo que se suma la guerra de Ucrania la cual atiza aun más si cabe la volatilidad, mientras que, por otro lado, Bruselas acelera sus planes para reducir esa dependencia del gas y petróleo ruso. De esta forma, Polonia, hasta ahora un cliente neto de Rusia y Noruega, pasaría a ser un actor principal como potencial exportador en una Europa sedienta de alternativas y margen de negociación.

“Momento histórico”

Rolf G. Skaar, consejero delegado de CEP, no duda en calificar el descubrimiento como “un momento histórico” para su compañía y para el sector energético polaco. “Wolin Este es más que un yacimiento prometedor: representa una oportunidad conjunta para desbloquear el potencial geológico y energético del mar Báltico”, ha explicado el directivo en un comunicado en el que evita precisar fechas de inicio de la explotación ni estimaciones de inversión.

El pozo ha sido perforado mediante una plataforma jack-up en aguas de apenas 9,5 metros de profundidad y ha alcanzado una cota vertical total de 2.715 metros, una operación compleja pero menos costosa que en otros enclaves internacionales. La magnitud del descubrimiento sitúa a Polonia en el radar de los grandes inversores del sector y anticipa nuevas exploraciones en la región, siguiendo el modelo noruego: un gran descubrimiento suele abrir la puerta a otros de menor tamaño que pueden mantener la producción durante años.

Ahora bien, todavía no se sabe como será el calendario de explotación, ya que ni el CEP ni las autoridades polacas han confirmado nada así como la posible creación de consorcios con grandes petroleras internacionales, el impacto en los precios internos de la energía ni el efecto ambiental de un proyecto de esta envergadura. Tampoco se sabe nada sobre si parte de esta producción podría destinarse a exportación o si servirá para blindar el suministro doméstico frente a futuras crisis.