Doble noticias de impacto positivo para España. Mientras Francina Armengol era nombrada nueva presidenta del Congreso de los Diputados en la sesión de configuración de las Nuevas Cortes Generales, el Gobierno en funciones recibió la confirmación del buen rumbo de su economía, confirmando los presagios de sus organismos oficiales sobre el Producto Interior Bruto (PIB).
Si bien la plataforma estadística de la Unión Europea (UE), Eurostat, confirmó que su PIB continúa expandiéndose, en este segundo trimestre de 2023 lo hizo a menor ritmo que de enero a marzo. Así, el indicador económico que mide el valor monetario de todos los bienes y servicios finales producidos por un país en un determinado período de tiempo se situó de abril a junio en el 0,4%, después de estirarse un 0,5% en el primer trimestre.
El PIB, un indicador de la salud económica y financiera de un país, viene determinado por factores como el consumo, la inversión, el gasto público, las exportaciones e importaciones, la productividad o las políticas fiscales y monetarias, además de otros como la estabilidad política, la calidad de las instituciones y la disponibilidad de recursos naturales. Su importancia es vital de cara al análisis del crecimiento económico y para su uso como referencia para la toma de decisiones de los gobiernos nacionales. Además, también es usado como indicador para inversionistas.
La economía de la eurozona rompe su estancamiento
Además, el Ejecutivo español asistió también al despegue de la economía continental. El Producto Interno Bruto (PIB) de la Eurozona creció un 0,3% en el segundo trimestre de 2023 en comparación con el trimestre anterior, como también indica Eurostat, tras el estancamiento en el primer trimestre de 2023. Si se tiene en cuenta a la totalidad de la UE, el PIB se estancaría en este segundo trimestre, después del crecimiento del 0,2% comparado con el primero.
A ese incremento contribuyeron el aumento de los PIB de países como Irlanda (3,3%), la que más creció de la Zona Euro, basándose en los datos disponibles publicados por los Gobiernos de cada país, por delante de Lituania (2,8%) y de Eslovenia (1,4%). En la otra cara de la moneda, se encuentran Polonia (-3,7%), Suecia (-1,5%) y Letonia (-0,6%), cuyas economías se contrajeron.
Entre otras economías de jerarquía en la UE, Italia, Alemania y Francia representan la cruz y la cara. Mientras que la alemana continúa estancada en el 0,1% e Italia vio como su economía se contraía un 0.3% tras crecer un 0,6% en el primer trimestre, Francia se disparó, creciendo su PIB un 0,5% tras hacerlo un 0,1% en los primeros tres meses del año.
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